Con el Hogar de Día de aniversario, la historia de “Chechu” es un ejemplo de cómo se pudo lograr fortalecimiento familiar

“Chechu” es un chico de 12 años con retraso madurativo al que encontraron deambulando “perdido”. La institución no solo logró importantes avances en su aprendizaje, sino ayuda y contiene a otros integrantes de su familia. El 28 de septiembre el Hogar de Día cumple cinco años de funcionamiento, asistencia y contención.

“Chechu” había sido llevado al Hospital de Pediatría por personal de una comisaría que lo había encontrado “perdido”, estaba sucio y en mal estado. Desde allí decidieron llamar al Hogar de Día para que hicieran algo, ya que no sabían dónde ubicar a su familia, porque el chico con discapacidad apenas hablaba y no respondía a ninguna pregunta.

El día que el Hogar cumple cinco años, el 28 de septiembre, se cumplirán cinco meses desde que “Chechu” tomó contacto con los profesionales que no sólo se ocuparon de encontrar a su madre y ubicar su casa, sino que desde entonces se realiza una tarea de “fortalecimiento familiar” para que la madre sea quien pueda contener al nene y a sus hermanos, administre sus ingresos y pueda atender las necesidades primordiales del hogar.

La institución, que depende de la Subsecretaría de Atención Integral Comunitaria de la Niñez, Adolescencia y Familia a cargo de Alicia “Tequi” Duarte, aborda distintas problemáticas con el fin de contener a los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social (chicos en situación de calle, víctimas de violencia, deserción escolar, entre otras). En ese sentido desde el Hogar, –bajo la dirección de Samuel López-, se considera fundamental el abordaje en conjunto del chico y su familia, para que no se reiteren situaciones como la de fuga o extravío del pequeño y se mejoren las condiciones de vida.

“Chechu” tiene 12 años, padece deterioro del desarrollo mental, cognitivo e intelectual. Ubicar su domicilio hizo que el personal del Hogar conociera toda su historia y permitió que sus otros dos hermanos, de 9 y 14 años también fueran contenidos en la institución, que desde los primeros días de mayo se ocupó de trasladarlos diariamente para que participaran de las actividades, además de que recibieran las atenciones de salud y nutricionales.

La madre de los niños tiene 47 años, ocho hijos en total, de los cuales el de 9 es el más pequeño. La mujer también padece una discapacidad y esta situación era aprovechada por un familiar, quien se había apoderado de sus tarjetas de débito así como de los salarios de discapacidad y el conocido como “madre 7 hijos”.

La incapacidad de la mujer, quien no conocía el valor de los billetes, hacía que a pesar de percibir las ayudas sociales mencionadas no pudiera administrarse ni disponer del efectivo para cubrir las necesidades imprescindibles.

En una precaria casilla, al borde de un arroyo, residen desde hace años en la zona Sur de Posadas. Desde allí “Chechu” se escapaba cuando la madre se ausentaba para cuidar a su concubino, que estaba internado por problemas de salud.

Los profesionales del Hogar, como en todos los casos, siguieron todas las líneas para conocer en profundidad la situación y descubrieron que hasta  2012 “Chechu” concurría a una Escuela Especial de Garupá, mientras que su hermano más chico asistía a primer grado, aunque el de 14 no iba a la escuela y consumía drogas y alcohol.

Una premisa fundamental que se sigue desde el Hogar es el fortalecimiento de la familia como institución fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y particularmente de los niños.

Un acompañamiento personalizado, además de profesional, se continúa brindando a la madre, a quien se la acompaña hasta para saldar sus deudas en los almacenes del barrio. En el Hogar de Día de a poco está conociendo los valores de los billetes, cómo administrar y organizar la casa, así como la manera de poner límites a sus hijos para una mejor convivencia familiar.

La institución también realizó las gestiones para conseguir un corte de casa, con el fin de mejorar las condiciones de la vivienda actual, así como de un saneamiento del predio donde habitan.

“Chechu” actualmente concurre dos veces por semana a una escuela especial, diariamente asiste al Hogar, donde el profesor de educación especial destacó los avances del chico gracias a que se relaciona con sus pares. Tiene una mejor pronunciación de las palabras, se relaciona con sus compañeros y le encanta pedir abrazos en el Hogar, donde con mucho amor festejan cada nuevo avance, tanto del chico como el de toda su familia.

 

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