Néstor es padre de una de las nenas del Instituto Santa Lucía de Posadas que asegura haber sido manoseada por el docente Ángel B. (51), al que esta semana le dictaron la prisión preventiva. Oficia de vocero de los otros papás que atraviesan esta difícil situación. Este miércoles afirmó que para las víctimas es un alivio la decisión del juez César Yaya, pero aclaró que la historia tendrá un cierre cuando haya una condena para el docente.
En contacto con Radio Libertad, manifestó que están conformes por el momento con la decisión de la justicia mientras siga la investigación y se defina el futuro del profesor. “Con la prisión preventiva por lo menos estamos seguros de que mientras dure la investigación, va a estar preso”, sostuvo el hombre.
Asimismo, contó que están buscando la manera de que vengan a la provincia las dos sobrinas del profesor acusado, quienes denunciaron públicamente que cuando eran pequeñas las había violado. Hoy las dos son adultas y viven en Buenos Aires, y si bien aseguraron que no tienen problemas en ratificar y formalizar la denuncia, no cuentan con los recursos económicos para venir a Misiones.
Consultado sobre la conducta y la salud psicológica de las menores que denunciaron el abuso, Nestor aseguró: “mi hija está yendo al colegio. A ella recién ahora está empezando a afectarle lo que vivió, porque no quiere ir o no quiere quedarse en la escuela y quiere que la mamá la mire en todo momento. Mi señora va todos los días y espera a mi nena en el Instituto porque ella se lo pide”, contó.
También señaló que a la menor le afectan los lugares cerrados, “se pone mal porque le hace acordar a la piecita donde el profesor la encerraba, eso le dijo a mi señora”.
“Hay una nena de tercer grado, una de las primeras en denunciar, que también le dijo a la mamá que no quiere ir más a ese colegio, así que pidió el cambio de colegio”, añadió.
Indicó que la Justicia pidió ayuda psicológica “pero el colegio nunca ofreció su ayuda ni a nosotros ni a los otros padres. Nosotros la estamos llevando a una psicóloga particular”.
“Nos sentimos un poco más aliviados, por momentos caemos pero tenemos que seguir adelante más que nada por nuestra hija”, sentenció.
«El viernes pasado, amplié mi denuncia pidiendo la declaración de esas chicas que dijeron haber sido violadas por este hombre cuando eran menores», reveló Néstor.
«Ahora estoy moviendo los hilos para tratar de conseguir los pasajes para ellas. Si no los consigo, ya hablamos con los otros padres y vamos a juntar el dinero necesario para comprarlos. Estas jóvenes son trabajadoras humildes que no tienen cómo costear el viaje. Ellas quieren ayudar. La mayor tiene 31 años y el abuso habría sucedido cuando tenía 9», precisó el padre.
«Las chicas quieren contarlo ahora, porque entonces estaban indefensas y no pudieron contar lo suyo. Nosotros nos enteramos del caso de ellas por la trascendencia pública de lo que sucedió en el Instituto. Una amiga de las chicas, que tiene un hijo en el Santa Lucía y sabía la historia, se comunicó con ambas y les contó lo que pasaba. Esta amiga hace el contacto y después yo hablo con ellas. Entonces me cuentan lo que habían sufrido», agregó el denunciante.
