Cintia G. (20) dio a luz una niña el sábado por la tarde, según ella, producto de una violación efectuada por un diácono de la parroquia del kilómetro 2 de Eldorado. Ante la negativa del diácono de reconocer su paternidad, la familia de Cintia adelantó que pedirán un ADN. El caso está en manos de la justicia.
Demetria E. madre de Cintia G manifestó que “llegaremos hasta las últimas consecuencias, pediremos el ADN de la beba porque esto no puede quedar así, él no solo violó a mi hija, sino además la confianza que mi familia le dio, porque nosotros todos servíamos en esa parroquia y mi hija daba catequesis ahí. Él se aprovechó de su sotana para lograr su cometido y eso no puede ser”.
Según madre e hija, la violación habría tenido lugar en una vivienda de Valle Hermoso (Santiago de Liniers). Y tras este hecho la joven quedó embarazada, de acuerdo al relato de las mujeres, al momento de conocer este hecho, el diácono le habría sugerido a Cintia que aborte, pero ella no quiso.
La abuela de la beba recién nacida, que vive con su hija y su familia en condición humilde, en la zona Oeste de Eldorado, destacó “el caso está en manos de la justicia y ahora vamos a pedir un ADN. Porque mi hija está sufriendo, y esta criatura no puede crecer sin saber quién es su padre”.
La señora contó además que el diácono fue separado de su cargo en la iglesia: “Nosotros intentamos hablar con el sacerdote de la parroquia Inmaculada Concepción a la que asistíamos para ver qué solución nos daba y él no nos hizo caso. Entonces hablamos con el obispo de Iguazú y él fue quien separó de su cargo al diácono. Por lo menos eso ya hicieron, para que no haga con otra jovencita lo que hizo con mi hija”.
Por su parte Cintia G. sostuvo entre lágrimas “espero que esto no le pase a nadie nunca, porque la verdad me sentí muy mal y muy sola cuando tuve que traer a mi hija al mundo. Y traer una hija al mundo, algo que debería ser una bendición, en estas condiciones, es muy triste. Trato de ser fuerte por ella, pero me siento desolada”.
