Realizar ejercicios reduce el estrés y previene enfermedades.

Unas 3,2 millones de muertes al año en el mundo se deben a la inactividad física. En América Latina, 680.000. Cerca del 80% de los adolescentes son sedentarios.

Realizar actividades físicas desde la infancia hasta la vejez no sólo permite mantener una calidad de vida saludable sino que evitaría las consecuencias del sedentarismo, cuarto factor de riesgo para una muerte prematura y responsable de casi 680.000 fallecimientos por año en América Latina.
Esta es una de las advertencias que plantearon los especialistas que participaron del encuentro internacional sobre “Vida activa y saludable”, de la Serie Científica Latinoamericana, que concluyó el viernes en Buenos Aires.
Llamaron a incluir el placer como el eje central en la toma de decisiones individuales, tanto en el ámbito de la nutrición como en el del ejercicio físico, pues si no hay placer, difícilmente se podrán conseguir cambios en el estilo de vida.
A su vez, destacaron la importancia de promover la actividad física desde las políticas públicas, en los programas educativos y de promoción de la salud, teniendo en cuenta que la realidad muestra a las generaciones más jóvenes más propensas a la inactividad física, contrariamente a la aptitud de condiciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 2013 que el sedentarismo es uno de los cuatro factores de mayor riesgo para la salud. Estima que aproximadamente 3,2 millones de defunciones al año se deben a la inactividad física, señala un artículo publicado en Buena Vida, de El País.
El sedentarismo es tan perjudicial como fumar. Una de cada diez muertes en el mundo ocurre por una vida sedentaria.
Diversas mediciones dan cuenta de que “cerca del 80% de los adolescentes a nivel mundial son sedentarios”, afirmó Michael Pratt, asesor de Salud Global del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos, que destacó que “resulta prioritario inculcar en los niños y jóvenes el hábito de la actividad física”, informó la agencia Télam.
Margo Mountjoy, investigadora del Centro de Salud y Rendimiento de la Universidad de Guelph (Canadá), destacó que la actividad física es tan importante como una buena nutrición para lograr el desarrollo integral de los niños.
Por este motivo, dijo que la implementación de ejercicios de forma consistente en los planes de estudio resulta prioritario para inculcar hábitos saludables y en consecuencia frenar el avance de las enfermedades ligadas al sobrepeso.
En tanto, la argentina Patricia Sangenis, especialista en Medicina del Deporte y Directora del Instituto Deporte y Salud de Buenos Aires, marcó la importancia de que los profesionales de la salud prescriban correctamente la actividad física como parte del tratamiento preventivo de distintas enfermedades.
La experta precisó que está demostrado que la actividad física aumenta la estabilidad eléctrica del corazón y disminuye la demanda de oxígeno, al tiempo que mejora la función miocárdica y mantiene el aporte de oxígeno al corazón. Además, mejora la tolerancia a la glucosa, disminuye la tensión arterial y controla el peso corporal.
“Quien hace ejercicio controla su peso, mejora o mantiene sus capacidades físicas, reduce el estrés y los factores de riesgo, pero lo más importante es que se siente más saludable, previene el envejecimiento, se divierte y mejora sustancialmente su autoestima”, explicó

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