Cañeros se quedaron sin trabajadores para levantar la cosecha

Productores recurren a familiares y vecinos para suplir la falta de mano de obra. Afirman que los operarios prefieren otras actividades, como plantar tabaco, tarefear yerba o trabajar en forestaciones. Reconocen que todos los cortadores de caña están en negro. Pretenden poner en funcionamiento un convenio de corresponsabilidad gremial para regularizar la situación.

A los cañeros les tocó este año enfrentar adversidades extraordinarias, como la crecida histórica del río Uruguay y otras más comunes, como una demora de dos meses en el inicio de la zafra y alguna que otra helada fuerte en agosto. Pero más que los rigores del clima o los retrasos en el aprestamiento de las máquinas, a los productores les preocupan las dificultades cada vez mayores que encuentran para contratar mano de obra.

Oscar Becker, titular de la Asociación de Cañeros de Zona Sur, afirmó que la mayoría de las personas que en años anteriores se desempeñaron en el corte de caña de azúcar, este año no se interesaron por esa tarea y prefirieron otras, como la cosecha de yerba o el cultivo de tabaco y otros incluso se fueron a Corrientes a trabajar en forestaciones.

“No hay trabajadores, de suerte si conseguimos a la tardecita a alguno de vuelta de la tarefa que trabaje para nosotros un par de horas”, indicó Oscar Becker, productor y presidente de la Asociación de Civil Cañeros Sur.

Para suplir la falta de mano de obra, los productores se vieron obligados a recurrir a familiares, vecinos u otros productores para cosechar sus cañaverales. “Nos organizamos como podemos, yo por ejemplo tengo camión, entonces les hago el flete a algunos productores de la zona a cambio de que me ayuden a cortar mi caña”, explicó Becker.

El productor y dirigente reconoció que los pocos cortadores de caña que consiguen contratar, trabajan en negro y que tampoco hay un marco legal que respalde al productor cuando recurre a familiares o al intercambio de favores con productores vecinos, por lo que es grande el temor a una posible inspección. “Por suerte no nos están cayendo de Trabajo ni de Renatea, porque acá nadie tiene todo en regla. Si nos pusieran multas sin contemplar nuestra situación esto sería un desastre”, admitió.

La solución a mediano plazo para este problema es la instrumentación de un contrato de corresponsabilidad gremial que permita el blanqueo de los cortadores de caña a un bajo costo para los productores. Para avanzar en ese modelo, los productores de la Asociación Cañeros Sur se reunieron esta semana con el ministro Jorge Valenzuela y un equipo técnico de esa cartera.

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