Después de viajar durante 10 años, la sonda Rosetta envía por primera vez fotos de un cometa

La nave espacial Rosetta, de la Agencia Espacial Europea (ESA), que hace un mes entró en la órbita del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, después de un viaje de diez años, ya está tomando imágenes de cómo es el objeto celeste en su interior, como nunca antes se ha visto.

“Es un momento histórico, tenemos una resolución sin precedentes para trazar un cometa”, aseguró el investigador Holger Sierks, uno de los científicos del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar que está estudiando las imágenes que toma la Rosetta con su cámara Osiri. Las sorprendentes fotos fueron sacadas la semana pasada, desde una distancia de 62 kilómetros de la superficie y tienen una resolución de aproximadamente un metro por píxel.

Con áreas dominadas por acantilados, depresiones, cráteres, rocas e incluso ranuras paralelas, a través de las imágenes se pueden observar una variedad de diferentes terrenos. “Nunca antes habíamos visto una superficie cometaria con tanto detalle. Si bien algunas de estas áreas parecen ser tranquilas, otros parecen estar en forma por la actividad del cometa. Este primer mapa es, por supuesto, sólo el comienzo de nuestro trabajo”, aclaró Sierks.

Según se informa en el sitio del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar, en los próximos meses, a medida que el 67P/Churyumov-Gerasimenko, escoltado por la Rosetta, se vaya aproximando al Sol, los científicos estarán muy pendientes de cualquier cambio que pueda producirse en su superficie al incrementar su actividad cometaria. Aunque no esperan cambios radicales, cualquier transformación que se produzca puede ayudar a explicar el origen de esos terrenos tan variados en el cometa.

El instrumento a bordo de la Rosetta, llamado Alice, comenzó a cartografiar la superficie del objeto el mes pasado, registrando el primer espectro de luz ultravioleta lejano de su superficie. Además, detectó hidrógeno y oxígeno en la coma o atmósfera de la roca.

El próximo fin de semana, el equipo de científicos que trabaja en tierra y el que está en órbita se comunicarán y reunirán en Toulouse para determinar el lugar en el que aterrizará la Rosetta. Los especialistas están evaluando cinco posibles puntos de descenso que han sido preseleccionados teniendo en cuenta el interés científico, las exigencias técnicas de la sonda y el riesgo asociado a cada uno.

El proyecto, en el que participan 17 países, aportará detalles sobre el origen del Sistema Solar y es inédito por muchos motivos. Nunca una sonda espacial había funcionado con energía solar a tanta distancia del Sol. También es la primera vez que una sonda orbita un cometa y la primera vez que deposita en él un módulo completo de investigación.

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