Esta es la historia de El Misionero, un gran jugador de fútbol conocido en todo el mundo. Hoy se encuentra lejos de esos días de gloria y triunfos. Olvidado por todos, pasa sus días realizando jueguitos con la pelota en una calle peatonal céntrica pasando la gorra como única entrada de dinero. Así puede sobrevivir junto a quien fuera su representante en los tiempos de éxito: Sánchez, el único que sigue con el Misionero ya que su situación siempre dependió de lo que hiciera su amigo.
Se aguantan, se soportan, se quieren, se odian, se mienten, se creen… en definitiva, por sobre todas las cosas, se necesitan el uno al otro para vencer el olvido. En una pieza prestada en los fondos de un PH, estos amigos resisten y sobreviven tratando de encontrar las causas y los motivos de la situación actual.
El Misionero y Sánchez son personajes que todos conocemos o vimos alguna vez. ¿Quién en algún momento no dijo “si yo hubiese hecho tal cosa en tal momento estoy seguro de que no me hubiese pasado todo lo que me está pasando”? Muy nuestro, muy argentino es esto de llorar lo perdido como así también vivir de los recuerdos pero no tener memoria. Menos Diez es una obra donde tratamos de hablar de todos nosotros.
O simplemente, una forma de mirarnos al espejo.
