Dime quien te apoya…

El país de los contrastes. Argentina vive de las ambivalencias. En la misma semana en que se aprueba una moratoria previsional que beneficiará a 500 mil argentinos que podrán acceder a una jubilación, patrones y centrales obreras se unen en un paro político con escasa adhesión.
El Gobierno disputada una colosal batalla contra los fondos Buitre, pero la CGT hace un paro por la derogación de un impuesto que afecta al 20 por ciento de los trabajadores. No a los que menos ganan, sino a los que más alto están en la escala salarial.
Pero es el paro el que domina la escena política y tiene el respaldo de todo el arco político opositor. En frente hay un Estado que amplía derechos y que lucha por solucionar un conflicto con la deuda que es ejemplo en el mundo.
Lo paradójico es que Hugo Moyano intenta parar el país porque el Estado cobra un impuesto que se paga en todo el mundo. El descuento es menor que lo que el sindicato, entre obra social, cuota sindical, mutual y la cuota de solidaridad, recorta del salario del trabajador en una atribución que no es progresiva. En promedio, los sindicatos se quedan con 14 por ciento del salario, lo que representa unos 980 pesos. Solo Camioneros recibe por mes unos 98 millones de pesos en aportes de los trabajadores nuevos y un total de 147 millones por mes. Son 1764 millones por año.
Los salarios brutos de hasta quince mil pesos no tributan Ganancias. Están alcanzados el 10,2 por ciento de los trabajadores registrados y el 0,7 por ciento de los jubilados.
Entonces, el paro, que no tuvo una adhesión mayoritaria, fue en defensa de los que más ganan y organizado por quienes en teoría deberían estar del lado de quienes menos lo hacen. No debe extrañar entonces, que la Sociedad Rural, grandes empresas, bancos y dirigentes de la oposición que aspiran a conducir los destinos del país, hayan aplaudido a Moyano y Barrionuevo, los popes sindicales que alientan a Sergio Massa como su nueva esperanza.
Lo curioso si, es que partidos de izquierda hayan sido la fuerza de choque de la burocracia sindical para realizar piquetes e impedir que quienes querían trabajar, pudieran hacerlo. Sin esos piquetes el paro hubiera pasado, nuevamente, prácticamente desapercibido.
Ante la evidencia, los mismos dirigentes tuvieron que admitir que no tuvo la contundencia deseada.
Massa no votó la ley de moratoria previsional -fue uno de los ausentes junto a Lilita Carrió-. Pero estuvo atento a las noticias del paro, mientras hacía campaña en Santiago del Estero, donde este domingo hay elecciones municipales. Una clara definición de prioridades.
La gentileza se devuelve con respaldos: “Más allá de que sea algo por ahí contradictorio con lo que yo represento, que es un poco ligado al trabajo y a los sectores más vulnerables, yo voy a estar votando con el Frente Renovador», reconoció Facundo Moyano, hijo del líder de la CGT opositora que ingresó al Congreso con el Frente para la Victoria. Algo lo une a Massa más allá de detestar al kirchnerismo. Moyano también es uno de los que más ausencias registra en el Congreso.
El paro llega en un momento que sólo se puede justificar desde sus motivaciones políticas. En Argentina el empleo por lo menos se sostiene pese a los embates financieros y un contexto económico que no es el mejor.
Pero los sindicalistas argentinos no parecen preocupados por el empleo, sino en sus propios futuros políticos. La ecuación es lógica. En otros años, con el desempleo por las nubes y salarios congelados, era fácil erigirse como líderes. Era sencillo identificar al enemigo. Hoy son aliados o funcionales a los intereses que atentan contra el mismo país. No es casual que la American Task Force Argentina -el grupo de choque de los fondos Buitre- hayan defendido a Moyano y Barrionuevo y justificado el paro.
Ahora, con un capa de empleo mucho mayor y con una red de contención social que parte del mismo Estado, sus liderazgos son puestos en discusión, no por los medios, sino por las bases, que ya no dependen del sindicato para sostener su trabajo.
Como contraste, la tasa de desempleo se eleva al 10,5 por ciento en los 28 países de la Unión Europea. En Francia, el paro afecta al 10,4 por ciento de la población activa; en Portugal (con cinco planes de austeridad), al 15,2; en España (cuatro planes de austeridad), al 25,3; en Italia, al 12,7; en Grecia (diez planes de austeridad), al 26,7; y en Alemania, al 5,1. Brasil, el socio grande del MERCOSUR, acaba de entrar en recesión.
«Lo preocupante es que la oposición, sea Moyano o quien fuera, no tenga una agenda de propuestas. Un paro no es una propuesta constructiva. Un paro es una propuesta de oposición y, por sobre todas las cosas es una negación al trabajo y, hoy lo que necesitamos es que la gente le ponga el hombro al trabajo porque a una situación compleja como la que tiene Argentina no se la resuelve parando el país. La oposición no tiene una agenda y si la tiene no es positiva porque no se construye desde un paro sino desde el trabajo», definió el gobernador Maurice Closs cuando se le preguntó por el paro.
Daniel Scioli, que pasó hace una semana por Misiones y ayer lanzó su candidatura presidencial en Buenos Aires, coincidió con la visión del mandatario misionero.
El gobernador bonaerense llamó al Estado, empresarios y trabajadores a “colaborar y cuidar el empleo” para encarar “desafíos futuros” con responsabilidad social. Además, resaltó que en sus once años de gestión hizo del “diálogo y tolerencia una manera de entender el sentido de la política” para poder “tomar decisiones racionales en contextos complejos”.
Scioli lanzó un dardo para su ¿principal? rival político. “Una cosa es gestionar 26 puertos de la provincia de Buenos Aires y otra cosa es administrar el Puerto de Frutos, en Tigre”, lanzó en referencia a Sergio Massa.
El puntapié inicial del año electoral que se avecina lo dio la Unión Cívica Radical, con su promocionada interna para definir candidatos a gobernador, diputados y autoridades partidarias. Pasó una semana para tener certeza de los ganadores. Todo el esfuerzo por granjearse el respaldo ciudadano cayó en saco roto: nuevamente -como casi todas las internas radicales- las denuncias de irregularidades, algunas exageradamente burdas, enturbiaron el resultado y desnudaron la flaqueza de un partido que se caracteriza por una pretendida defensa de la institucionalidad.
En Santa Ana cerraron una escuela por denuncias de una urna cargada, por lo que un padrón de tres mil personas se quedó sin votar. Si lo hicieran todos, el resultado podría ser otro.
Ganó el eldoradense Gustavo González, respaldado por la cúpula partidaria que ratificó a Hernán Damiani y con el padrinazgo de Ricardo Barrios Arrechea. Pero en su pueblo hubo denuncias de urnas rellenas con votos propios y su candidatura a gobernador quedó más debilitada que antes del domingo.
Pese a que iba acompañado por Luis Pastori, el emergente de las elecciones de 2013, que lo coronaron como diputado nacional, ahora la fórmula perdió en Posadas, Oberá, Puerto Rico y varias ciudades de la zona sur, donde se suponía que debía tener más fortaleza.
En un partido con 60 mil afiliados, apenas votaron poco más de quince mil, pese a que era una interna abierta. Son números que no alcanzan para conseguir una banca en las elecciones generales y escasos si se los comparan con el número de radicales que figuran en los padrones.
El cardiólogo Osvalo Navarro reconoció la derrota, pero advirtió que hubo numerosas irregularidades. La pelea voto a voto es clave para el sistema de reparto de lugares en la lista de diputados, pero también marca una paridad en la futura conducción partidaria, que será fundamental a la hora de armar alianzas. En el radicalismo reconocen que el objetivo era armar acuerdos electorales con otros partidos de la oposición para el año que viene.
Pero esos acuerdos deben ser aprobados por los dos tercios de la Convención, que ahora la conducción no tendrá.
El presidente de la Cámara de Diputados, Carlos Rovira, hizo una fugaz mención a la interna radical que desató la ira de los candidatos: “Me llama la atención en los últimos 10 años la escasísima participación acompañando internas, eso significa que a la gente no le interesa la vida interna de los partidos. La Renovación es un espacio que no tiene internas y se sostiene con la confianza”, disparó el conductor de la Renovación.
El diputado nacional Luis Pastori, uno de los candidatos en pugna, cuestionó la visión de Rovira y respondió que “está desinformado o ve todo desde una óptica interesada, ya que su partido no tiene vida partidaria y nadie elige”.
El diputado Alfredo Schiavoni del PRO, aseguró que el partido de Macri presentará lista propia para gobernador y diputados. El macrismo misionero se siente con fuerza para competir en soledad y desprecia un acercamiento al massismo, que coquetea con todas las fuerzas que le puedan garantizar un desembarco más o menos presentable en Misiones.
La intensa campaña de Sergio Massa no incluye a la provincia por lo menos hasta los primeros meses del año que viene, porque no tiene una base dirigencial propia ni alianzas sostenibles. Juan José Álvarez, el ex SIDE durante la dictadura y secretario de Seguridad de Eduardo Duhalde cuando asesinaron a Kosteky y Santillán, es el operador de Massa por el país. El coordinador massista contó que se reunió con Ramón Puerta para analizar el escenario misionero.
La opción que propone el ex gobernador es que se haga una interna entre los massistas locales, lo que le permitiría retornar a la arena política pública, de la que fue eyectado en 2013 por el escaso caudal de votos cosechado. Pero en una interna, es el que más respaldo propio puede mostrar ante el menor despliegue de los otros que aspiran a colarse entre los bendecidos por el ex jefe de Gabinete K.
Es el escenario que más conviene al Frente Renovador. Una oposición fragmentada y con los mismos rostros que en elecciones anteriores.
En el oficialismo de a poco aparecen las definiciones de cara a las elecciones del año que viene.
De todos modos, las distintas visiones se hacen sentir hacia dentro del oficialismo. En el Gobierno no cayó nada bien que diputados de la Renovación hayan acompañado un pedido de informes al Ejecutivo por la estrategia de promocionar los destinos turísticos misioneros a través de las redes sociales, en respuesta a un escandalete amplificado por medios de comunicación opositores.
El propio gobernador Maurice Closs brindó todos los detalles del plan de promoción en Internet, que fue presentado en febrero de este año y en julio cosechó el respaldo de empresarios del sector turístico a través de una solicitada, básicamente porque permite obtener resultados concretos a costos bajos.
«Hay que entender que el turismo repercute en desarrollo y empleo para los misioneros. Y es una actividad que genera crecimiento e inclusión. Por lo tanto, como empresaria solo puedo agradecer estas acciones de promoción que impulsan al sector», remarcó la empresaria Patricia Durán, presidente de la Cámara de turismo de Iguazú.
Por su parte, Paulo Bauza, presidente de la Asociación de Hoteleros, Gastronómicos y Afines de Iguazú (Ahgai), destacó que el tema se discutió en febrero con representantes del sector empresario y en la oportunidad «todos entendimos que la mejor forma de difundir las bellezas de Misiones era a través de la web, porque era el medio que mejor se ajustaba al presupuesto disponible».
Pero horas después los legisladores aprobaron un pedido de la oposición para conocer «más detalles». Apenas cuatro de la Renovación se opusieron después de una tibia defensa.
Los funcionarios más cercanos al Gobernador entienden que el oficialismo no debería acompañar estos reclamos opositores, destinados a la tribuna y que no hacen más que enrarecer el clima interno. No se trata de transparencia, advierten, porque todos los datos son públicos, sino de responder a las campañas de medios que responden a intereses políticos rivales.
Carlos Pretto, uno de los hombres de confianza del Gobernador, adelantó que se reunirán con el presidente del bloque renovador, José Dieminger para pedirle explicaciones sobre el acompañamiento del oficialismo a la oposición. “No es correcto el comportamiento político del bloque Renovador. De ahí a aprobar una ley hay un corto trecho”, afirmó Pretto.
“Cuando hay sospechas o se tienen pruebas del Ejecutivo o un área de un ente por desvíos de fondos, o corrupción hay que ir a la justicia, no pedir informes», puntualizó. De pruebas, precisamente, carecen en la oposición.
El radicalismo, en contra de la política de promoción en las redes sociales, reconoció que usa Facebook para que las caras de sus candidatos aparezcan en la base de datos de usuarios misioneros.
Hace no mucho tiempo el diputado Héctor Bárbaro había admitido que carecía de elementos que sustenten sus denuncias que le daban una permanente presencia en los medios y que apuntaban directamente a su base electoral. Pero ahora les marcaron la agenda a los diputados del oficialismo.

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