El entrenador de River aseguró que por historia «deberíamos ganar todo lo que jugamos», pero que cuenta «con un plantel corto» y por tal motivo no genera falsas expectativas. Además, aseguró: «El desafío es poder seguir manteniendo la dinámica ganadora». Y con respecto al tema Aimar soltó palabras elogiosas: «Uno debe respetarlo porque no son muchas las personas que se manejan de esa manera».
El nuevo River se está moldeando. A fuego lento. Sabiendo que el último banquete fue exquisito. Superlativo a comparación de años de comida magra. La particularidad, extraña en esta fútbol de urgencias, es que el técnico campeón pegó el portazo y la silla eléctrica fue agarrada por un entrenador que atraviesa sus primeras experiencias.
Marcelo Gallardo se calzó el traje de buzo, con una pesada escafandra, que dejó libre Ramón Díaz. El «Muñeco» es consiente de la situación y quiere ser sincero con la gente que es la que mueve la vara de la exigencia. «El gran desafío es ser competitivos con fundamentos. Si nos dejamos llevar por la historia del club tenemos que ganar todo lo que juguemos, pero no le vamos a mentir a la gente: tenemos un plantel corto e intentaremos ser competitivos», claro, sincero y contundente fue Gallardo a la hora de explicar los objetivos para esta temporada en el diálogo que mantuvo con Estudio Fútbol por TyC Sports desde Mendoza, donde el equipo se prepara para enfrentar a Godoy Cruz –domingo 21.30–.
El peso de la herencia ‘riojana’ jugará su rol en este semestre donde Gallardo buscará más alegrías y ante eso, el entrenador afirmó: «El desafío es poder seguir manteniendo no solamente la dinámica ganadora con la que venían sino intentar fortalecerla. Más allá de los jugadores que se han ido. Lo importante es que se sientan involucrados en todos sentidos».
Si bien el mercado de pases, en el rubo incorporaciones, fue tranquilo para el «Millonario» hubo –y hay– un tema que desvela a todos en Núñez: Pablo Aimar. El «Payaso» coqueteó con la idea de retornar al club donde nació futbolísticamente luego de 14 años, pero prefirió entrecerrar la puerta, al menos por unos meses más, para terminar de recuperarse bien.
Ante esta situación, el «Muñeco» elogió a quien fuera su compañero, y heredero, y remarcó: «No sólo lo entiendo sino que valoro la decisión. Pablo es un tipo que siempre se manejó muy bien en su vida. Conozco lo valores de él. Uno debe respetarlo porque no son muchas las personas que actúan de esa manera. Fue muy directo, claro y es para elogiar».
Además, a pocos días de que se cierren los libros de contrataciones en Europa, el DT se mostró mucho más calmo y tras algunos cortocircuitos, ahora sí, le tiró un mimo a los directivos. «Estoy tranquilo. Las cosas que se hicieron, justamente, fueron para darme tranquilidad. Más que esto no podemos hacer. En definitiva más allá de algunos intereses que puedan surgir, algunas cosas no están a nuestro alcance de poder decidir porque son los jugadores los que tienen esa responsabilidad de decidir», explicó.
Por último, y mientras hace sus primeras armas como entrenador, marcó a Marcelo Bielsa y Alejandro Sabella como dos de los técnicos que más le sirvieron para comenzar su camino en el banco de suplentes. «Me reflejo en muchos técnicos de los que tuve. Saqué un poquito de todos. Me marcaron mucho Bielsa y Sabella», sostuvo. Y agregó: «A los 28 años ya sabía que mi profesión iba a estar en la dirección técnica, y a partir de ahí uno empieza a prestar más atención».
Fuente: Infobae
