Los últimos dos días fueron, por mucho, los de mayores ventas en el año para el comercio posadeño. En su tercera edición el festival de rebajas se consolidó como un evento turístico y comercial que trasciende las fronteras de Posadas. Las ventas superaron a las registradas en las ediciones anteriores. La cantidad de clientes que llegaron desde interior de Misiones, provincias vecinas y Paraguay, superó las expectativas de los comerciantes.
En su tercera edición, el Black Friday volvió a generar una fiebre de consumo en la capital provincial. Según coincidieron empresarios consultados por este medio, esta fue la edición con más ventas y superó las expectativas de todos, especialmente teniendo en cuenta que el nivel de actividad en 2014 venía por debajo de los dos años anteriores. Aunque los datos definitivos se conocerían recién en los próximos días, comerciantes aseguran que los últimos dos días fueron, por amplio margen, los de mayores ventas en todo el año y no descartaban que se hayan registrado marcas históricas en varios rubros. A pesar de las múltiples opciones en financiamiento, llamó la atención la cantidad de operaciones al contado que se cerraron.
Otro de los datos que sorprendió fue la masiva llegada de Paraguayos, especialmente el sábado ya el viernes hubo problemas para cruzar el puente por un paro de Aduanas, de misioneros de localidades del interior y hasta de Corrientes. En el centro posadeño, el movimiento en horario comercial fue constante, el tránsito de vehículos estuvo más congestionado que de costumbre y estacionar resultó una tarea titánica. La avenida Uruguay y la zona comercial de Itaembé Miní fueron otros puntos activos.
Diego Barrios, directivo de la empresa Electromisiones S.A y dirigente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), entidad que organizó el evento, consideró que la principal razón del éxito en esta edición del Black Friday fue que se encontraron en el mismo lugar las necesidades del cliente y las de los comerciantes. Indicó que se notaba una demanda retraída, a la espera de oportunidades para hacer rendir mejor su dinero y, por el lado de los comerciantes, una imperiosa necesidad de levantar los niveles de ventas, lo que obligó a hacer descuentos importantes e incentivó a salir a hacer publicidad.
Se mostró optimista respecto a las perspectivas a futuro, en ese sentido no dudó en considerar que en diez años se convertirá en un evento turístico trascendente en el Norte del país. Valoró que en todas las ediciones del Black Friday, los comerciantes mejoran su propuesta, no solo en los descuentos que ofrecen sino también en la forma de comunicar. “Para tener éxito es fundamental que demos a conocer todo lo que se va a ofrecer”, indicó.
Por su parte Carlos D’Orazi, comerciante del rubro electrodomésticos y ex presidente de la CCIP, señaló que las ventas durante los últimos dos días superaron ampliamente, en cantidad, a las del Black Friday del año pasado y fueron incluso superiores a las de la primera edición, que fue un suceso histórico para el sector. Destacó que para la mayoría de los rubros fue la primera “temporada alta” de ventas del año.
Relató que “algo que nos pasó con varios clientes, -dentro de mi rubro que es el de electrodomésticos-, es que venían con papelitos anotados de lo que ya habían averiguado. Son ventas rápidas y la gente se preparó y vino a buscar eso”.
Nicolás Trevisán, presidente de la CCIP, detalló que “fueron más de 80 los rubros inscriptos y ese número crece año a año, y es como que el posadeño ya lo incorporó a su agenda anual en esta época y espera el momento para hacer sus compras”
Compradores a favor y en contra
Pese al enorme caudal de deudas que se produjo, muchos de los compradores que recorrían las calles convertidas en peatonales para el evento, plantearon cuestionamientos. La queja más reiterada tuvo que ver con “descuentos ficticios” es decir precios que aumentaron días antes para luego volver a su valor anterior bajo un cartel de oferta.
“Remarcaron todos los precios antes Black Friday. Y lo que tiene descuento real, son prendas seleccionadas que quedaron de saldo de temporadas anteriores”, indicó Carolina Benítez, mientras recorría comercios del centro posadeño.
“No hay muchos descuentos. Son todos por cierre de temporada y muy poco descuento, del 10 y 15 por ciento nomas. Solo en (Librería) Bochos me hicieron un descuento del 25 por ciento”, indicó Samanta da Silva.
“Primero aumentaron todo y después te hacen el descuento. Quedamos en la misma”, consideró Stella Maris Grimaldi.
También hubo cuestionamientos al momento del año elegido para el evento. “El Black Friday, debería hacerse cuando se cobra el aguinaldo. Es en esa oportunidad que nos sobran unos billetes. Los meses restantes ya tenemos gastos fijos que pagar”, dijo Claudia Cabrera.
Pero no todas fueron críticas, Nair Borello, otro de los compradores que recorría el centro ayer felicitó a la CCIP por la iniciativa y destacó que cuando se ofrecen descuentos reales la gente responde.
Cristian Orué contó que “aproveché las ofertas en efectivo” de una tienda de venta de zapatillas y artículos deportivos. “Compré remeras, zapatillas, una pelota para mi hijo”, contó.
Mientras que Alejandra compró ropa y zapatos que “me sirvieron para la familia bastante numerosa que tengo. Vi en los medios, me fui directo a un local y después recorrí. Compré con tarjeta y efectivo, las dos”. Su hijo, que le ayudaba a llevar las bolsas, dijo que se compró remeras, “jeans y zapatillas que necesitaba, esperemos que se vuelva a repetir todos los años”.
Ramón, de San Vicente, contó que llegó para comprar con la familia, con seis personas en el mismo auto. “Vinimos a ver cómo era y a aprovechar las ofertas”, dijo. Y ante la consulta de si encontró lo que quería dijo que “hay variedades, muchas, zapatillas fue lo mejor, después cosas de mujeres y algunos juguetes”. En cuanto al medio de pago, contó que trajeron efectivo. Sobre las ofertas, se informaron en un diario que publicó ofertas y chequearon algunos precios en la web.
