El juez espera que le remitan las conclusiones de las pericias para poder fijar luego fecha para la reconstrucción del hecho.
Por el momento, el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, no tiene previsto llevar adelante careos entre los imputados por el crimen del albañil Carlos Raúl Girula (30), muerto a golpes el sábado 19 de julio tras ser demorado en un motel de Andresito y Santa Catalina, por un incidente menor. Esto lo confirmaron en las últimas horas fuentes judiciales.
Se había especulado con esta posibilidad por las contradicciones en las que incurrieron los acusados que declararon hasta ahora. Sostienen que recién más adelante podría concretarse esa medida.
El magistrado y sus colaboradores están esperando que remitan al juzgado los informes de todas las pericias hechas hasta el momento, a fin de empezar el complejo trabajo de determinar qué rol tuvo cada uno de los once policías acusados, de los cuales nueve continúan detenidos.
Una vez que las conclusiones de esos estudios se judicialicen, se fijará fecha para la reconstrucción del hecho. Para el juez esto es clave, porque se recreará toda la secuencia de lo que sucedió esa madrugada, desde que el personal del motel llamó a la Policía por el supuesto grado de nerviosismo que presentaba Guirula (le reclamaban el pago de una cuenta que para él era exagerada) hasta el momento en que su cuerpo sin vida llega a la comisaría XIII, en el barrio Guazupí. Hasta el momento, para Cardozo está claro que no fue un accidente, que el albañil murió por los golpes que sufrió durante el procedimiento.
Los acusados pueden participar de la reconstrucción. Incluso dar su versión de cómo sucedieron los hechos.
Hasta el momento, hay testigos que afirman que vieron que al menos cinco uniformados, entre ellos la de mayor jerarquía, la oficial Lourdes Beatriz Tabárez (de la seccional XIII), participaron de la golpiza a Guirula.
En su indagatoria, ocho de los policías dijeron que ellos no lesionaron al albañil. Los otros tres se abstuvieron de declarar.
El viernes, la familia de la víctima tiene previsto realizar una marcha para pedir el total esclarecimiento del homicidio, algo que para los investigadores es prácticamente un hecho, porque sostiene que entre los arrestados está el grupo que le aplicó las patadas que llevaron al deceso del trabajador de la construcción.
