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Los propios vecinos de Guaraní boicotearon a usurpadores de tierras para ahuyentarlos

No le vendían remedios ni carne ni otras mercaderías. La Municipalidad no le daba servicios. El grueso de los intrusos se terminó yendo.

Los propios vecinos de Guaraní organizaron un boicot para ahuyentar a un grupo de usurpadores que se habían instalado en una propiedad privada de dos hectáreas ubicada entre la zona urbana de la localidad y la ruta nacional 14, según le explicó a Misiones Online el propio intendente, Daniel García.
“Cuando el intruso iba a comprar a la farmacia, a la carnicería o al mercado, nadie le vendía. Desde la Municipalidad no se le daba los servicios. Entonces, sin agua ni luz, no podían seguir allí y empezaron a irse”, indicó el alcalde.
En un principio, en enero de este año, alrededor de 400 familias se instalaron en esas tierras privadas. A mediados de mayo, solo quedaban 126 casas, de las cuales menos de la mitad estaban habitadas. “Ahora solo permanece un pequeño grupo de familias. Y con la dueña de las tierras conseguimos lotes para que esa gente se instale”, añadió García.
El intendente calificó a los usurpadores como “delincuentes” y contó que son movilizados por corrientes políticas de Buenos Aires, que hasta incluso los movilizaron cuando vinieron a la provincia funcionarios nacionales, hace un tiempo.
“Lo que nosotros reafirmamos es el respeto a la Constitución en cuanto a propiedad privada. En Guaraní se habían hecho loteos y mucha gente vino a invertir, atento a la seguridad jurídica que imperaba”, señaló el alcalde.
Criticó duramente a la Justicia. Dijo que fue “inactiva e inexistente. Dejó mucho que desear. Si esto se solucionó en parte fue por la acción de los vecinos”.
Remarcó que al juzgado de Oberá que tenía el caso se le pidió celeridad y nunca resolvió nada. “Solo el Ministerio de Gobierno y la Subsecretaría de Tierras siempre estuvieron presentes”, sostuvo.
Por otra parte, García contó que alrededor del 40% de la producción de yerba de la localidad se perdió por las intensas lluvias que se registraron este año. “La caída de las hojas fue muy grave”, explicó. El mismo panorama delicado pintó para el estado de los caminos terrados del pueblo, escenario que complica mucho el traslado de lo cosechado.

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