Caso Guirula: el juez Marcelo Cardozo ordenó la liberación de dos de los policías

Se trata del oficial Javier Olmedo y del suboficial mayor José Veloso. Ambos prestaban servicio en la comisaría XIII la madrugada en la que mataron al albañil. Están imputados por encubrimiento.

El juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, ordenó la liberación de dos de los once policías presos por el crimen del albañil Carlos Raúl Guirula (30), ultimado a golpes tras ser detenido en un motel posadeño por un incidente menor. Les fijó una caución personal y dispuso que a las 18.30 los excarcelen desde el edificio donde funcionan los juzgados penales.
Se trata del oficial Javier Olmedo y del suboficial mayor José Veloso, que están imputados por “encubrimiento”. Quedan en libertad, pero continúan supeditados a la causa.
Los dos uniformados trabajan en la comisaría XIII del barrio Guazupí y estaban de guardia la madrugada del homicidio. Sin embargo, no participaron del operativo que le costó la vida a Guirula. No obstante, los acusan de encubrir a quienes sí detuvieron y golpearon de manera letal al albañil y que luego lavaron el patrullero en el que trasladaron a la víctima para borrar la evidencia.
No fue la única novedad de la jornada. Esta tarde, después de las 17.30, empezó la ronda de testimoniales. La primera en comparecer fue una mucama del motel donde demoraron al albañil luego de que discutiera con un conserje por el precio de las bebidas que había consumido.
Además de la mucama, están citadas también para hoy dos prostitutas que Guirula y dos amigos habían contratado la madrugada del sábado pasado. Con esas chicas el trío fue hasta el albergue transitorio de Santa Catalina y Andresito. Trascendió que el magistrado tuvo que enviar a la Policía para buscar a ambas mujeres, pues se habían mostrado reacias a comparecer.
Asimismo está prevista la presencia de otra empleada de limpieza del motel y de un hombre que trabaja en la seguridad de ese negocio. Estiman que las testimoniales se extenderán hasta después la medianoche.
Tras la discusión por la cuenta de las bebidas, desde el motel pidieron presencia policial. Un móvil de la comisaría XIII y tres del Comando Radioeléctrico acudieron para detener a Guirula, que se encontraba en estado de ebriedad. El resto de la historia es conocido: el albañil fue arrestado, lo golpearon brutalmente y murió antes de llegar a la seccional de la chacra 241.
El primer punto a dilucidar es si el albañil fue esposado dentro o fuera del motel. Los policías que declararon la semana pasada entraron en muchas contradicciones: algunos dijeron que el joven fue reducido dentro del motel por efectivos de la XIII y otros que recién se logró inmovilizarlo con la presencia del Comando. Los uniformados imputados trabajan en esas dos reparticiones.
Dónde le colocaron las esposas a Guirula es clave, porque todo apunta a que la paliza que le causó la muerte se la dieron en la vereda del motel y todo indica que ya estaba con las manos inmovilizadas cuando lo agredieron.
El segundo punto tiene que ver con los pormenores del incidente que hizo que desde el motel, donde la víctima, sus amigos y dos prostitutas pasaban la velada en dos habitaciones. Por lo que trascendió hasta el momento, acusan a Guirula de haberse descontrolado porque no aceptaba la cuenta de consumición de bebidas alcohólicas que le querían cobrar. Hay versiones que dicen que después de la bronca inicial y ya con la presencia de policías, el albañil habría accedido a pagar lo que le pedían. Si esto fue así ¿hacía falta lo que vino después? Aparte, los amigos de la víctima terminaron pagando los 104 pesos que le habían exigido al albañil.
Para estas cuestiones es determinante la testimonial de los dos amigos, que comparecerían entre mañana y pasado.
Además declararán presos que estaban esa madrugada en la XIII. Su relato apunta a determinar si la camioneta policial fue lavada por los imputados para borrar pruebas luego de que se constatara la muerte del demorado. Algunos de ellos declararon haber escuchado a los uniformados baldeando el patrullero la madrugada del homicidio.
La ronda de declaraciones se extenderá hasta el jueves.
Hasta el momento hay un detalle que desvela a los investigadores: qué pasó con la billetera de Guirula. Contenía el dinero que había ganado en la semana y su DNI. Estos elementos nunca aparecieron.
Hay once policías imputados por el crimen: nueve por la muerte del trabajador de la construcción y dos por supuesto encubrimiento (los que fueron excarcelados). De todos, solo tres se abstuvieron a declarar. De todos modos pueden hacerlo en cualquier momento de la instrucción.

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