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Los floreros del Cementerio “La Piedad”, una cuestión cultural que propicia la proliferación de vectores

La Municipalidad de Posadas implementó un trabajo integral para abordar la prevención de enfermedades trasmitidas por vectores mediante la promoción de la salud.

El Dengue, la Fiebre Amarilla y recientemente la Chikungunya son problemas de la Salud Pública de países tropicales y subtropicales. Estas enfermedades son trasmitidas por el mismo insecto, el mosquito Aedes aegypti, el cual en nuestro país habita ambientes urbanos desde Misiones hasta la provincia de La Pampa.
Existen diferentes componentes que interactúan en esta problemática y los especialistas afirman que es necesario que se potencien las acciones que impacten en lo educativo, lo social y lo cultural, de los habitantes de ciudades con factores climáticos y ambientales que propicien la proliferación del vector, como la ciudad de Posadas. De esta forma, se debe entender que la salud colectiva es un proceso de construcción que requiere la participación ciudadana.
La costumbre de acumular agua o el hábito de los posadeños de llevar flores al cementerio “La Piedad”, posibilita la permanencia de miles de recipientes (floreros, frascos, botellas, latas, otros) que cumplen la función de floreros pero también actúan como focos importantes de mosquitos en dicho predio, ubicado en la Chacra 60.
Desde el Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores se realizan mensualmente operativos de levantamiento de estos reservorios de agua, descartando un promedio de 6000 floreros móviles por operativos, llegando a un total de 72500 floreros en el año. A partir de la evaluación se observa una reducción de estos cacharros del 40% en el último año, con respecto al inicio de esta actividad; esto debido al trabajo efectuado, el mantenimiento y la colaboración de las personas; lo cual resulta muy positivo para la protección del ambiente y disminución de la población de mosquitos.
Cabe aclarar que previamente antes de tomar estas medidas, se implementó una campaña comunicacional, con la colocación de carteles informativos y solicitudes que se reemplace el agua por arena húmeda, dejando a disposición de los visitantes del lugar tachos con este elemento, para que hagan efectivas estas indicaciones, pero no se habían tenido los resultados esperados.
Por otro lado, según datos de relevamientos efectuados por el mismo instituto, el 53% del total de sepulturas presentan floreros permanentemente. De los cuales el 64% tenían floreros móviles, el 26% fijo, y el 10 % contenían ambos tipos de floreros. Si bien estos datos posicionan a los depósitos fijos en una minoría, éstos no dejan de ser una amenaza por su permanencia formando parte de la estructura de los nichos y-o tumbas construidos por los familiares; y requieren un tratamiento diferenciado, debiendo ser tratados continuamente con larvicidas.
En este sentido, se está trabajando en la concientización y cooperación de los vecinos en la construcción de estructuras que no dejen cavidades para la acumulación de agua, y que signifique un potencial criadero de mosquitos.
Desde la Comuna se recomienda a los vecinos que creen su florero anti mosquitos, remplazando el agua por arena húmeda y que el recipiente tenga perforaciones por debajo del nivel superior del sustrato de arena, de esta forma podrá permanecer en el cementerio, sin que signifique una amenaza a la salud de toda la población.

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