Allí dejaron de atender a víctimas de violencia doméstica. Ahora la Fundación Tupá Rendá trabaja para ayudar a mujeres de escasos recursos que quieren trabajar y no tienen dónde dejar a sus niños.
La Fundación Tupá Rendá cumple dos años el 4 de agosto y para el mes de su aniversario estima que pondrá en marcha la guardería que funcionará en el Hogar Papa Francisco de Posadas, que depende de la institución y de la parroquia Sagrada Familia. Hasta el mes pasado, en el lugar asistían a mujeres víctimas de la violencia doméstica. Pero los responsables del centro de asistencia decidieron dejar de lado ese fin por no ponerse de acuerdo con la metodología de trabajo con la Línea 137, que asiste a las personas que sufren maltrato familiar.
De acuerdo con lo que explicó Rogelio Peralta, de la fundación, la guardería está pensada para madres que no tienen recursos para afrontar los costos de un jardincito particular y que necesitan dejar a su niño al cuidado de alguien para ir a trabajar.
“El proyecto en el que estamos trabajando es para el cuidado de chicos de entre 45 días y 3 años. Actualmente nos encontramos en la instancia de la cumplimentación de los requisitos y de la búsqueda de la infraestructura y selección del personal”, indicó.
En su anterior función, el hogar, que se encuentra al lado de la parroquia Sagrada Familia, tenía capacidad para albergar a 17 mujeres maltratadas. Ahora, con las refacciones edilicias, estiman que allí cuidarán de 20 chicos, en dos turnos. “Tenemos pensado empezar con diez niños y en un solo turno. Luego se irá incorporando el resto”, añadió Peralta.
“Los requisitos que exigen para este tipo de actividades son múltiples y estamos cumpliendo con ellos. También recibimos la colaboración de la Municipalidad, que se seguirá haciendo cargo de los costos del alquiler del inmueble”, agregó.
El referente de Tupá Rendá apuntó que otro objetivo es lograr ensamblar un plantel de personal capacitado para el trabajo de atender a los pequeños. “La misión es la de siempre, darle contención y ayuda a las personas que están en situación de vulnerabilidad. Sabemos que el trabajo dignifica y hay mujeres que no pueden hacerlo porque no tienen adónde dejar a los niños. Son aquellas que no pueden afrontar las tarifas de una guardería”, indicó.
Peralta explicó que a las interesadas se les hará una entrevista primero y luego se visitará su domicilio para completar el informe. La selección será minuciosa, para no alejarse del fin específico de la guardería.
“El 4 de agosto la Fundación cumple un nuevo aniversario y en el transcurso de ese mes queremos poner en marcha este proyecto, que fue muy bien recibido por las autoridades ante quienes lo hemos presentado”, dijo Peralta.
Mientras estuvo en funciones como centro de asistencia para mujeres víctima de violencia familiar, el hogar recibió a 25 madres y 49 chicos. Pero las diferencias entre la fundación y la Línea 137 empezaron desde poco después de la inauguración del lugar, en noviembre de 2013.
Fuentes que conocen los pormenores de la historia indicaron que nunca conformó la postura de la Línea, a la que acusan de no aportar los profesionales suficientes para la contención de las asistidas y de no colaborar con fondos para el funcionamiento del hogar. De todos modos, la decisión de terminar con la experiencia se tomó en buenos términos entre ambas partes.
