Safrán: “El fallo de la Corte de Estados Unidos pone en evidencia el perfil del imperialismo económico”

El secretario de Hacienda de la Provincia, Adolfo Safrán hizo un análisis del fallo del juez Tomás Griesa a favor de los fondos buitres y destacó que “es importante pero no tan grave” pese al eventual impacto en el mercado de capitales. En los últimos diez años la Argentina registró un importante crecimiento de su economía sin acceder ni utilizar el crédito internacional, y cuando tuvo la oportunidad en la década de los ´90, se terminó endeudando y sin asegurar un desarrollo económico sustentable salvo en breves períodos (1991-1994)”, precisó en un documento publicado en el blog Mundo Macro.

Si bien los orígenes de nuestra deuda pública se remontan hacia 1820 en la presidencia de Bernardino Rivadavia con la operación crediticia realizada con la Baring Brothers  para la construcción de las líneas férreas, en una operación que se denominó de fraudulenta por el daño producido al erario público, la deuda pública no generó importantes complicaciones a la economía argentina y a los sucesivos Gobiernos Nacionales sino recién hasta el advenimiento de la democracia en 1983”, recordó.

“Esto es así, dado que el gobierno de facto iniciado por Jorge Rafael Videla inició su período de gobierno de la dictadura con cerca de U$S 7.800 millones y luego de los sucesivos presidentes de factos, terminan entregando al flamante presidente Raúl Alfonsín una deuda pública de U$S 45.000 millones”.

“¿Qué ocurrió entre 1976 y 1983? En la presidencia de Domingo Cavallo en el BCRA (1982) “estatizó” la deuda externa de las empresas privadas… ¿Cómo lo hizo?: convirtió deudas en dólares y divisas extranjeras de empresas privadas por deudas en pesos, tomando a su cargo el BCRA el compromiso de pago de esas obligaciones externas… Qué generosidad!!! No?”, ironizó.

“El gobierno de Alfonsín poco hizo para resolver el problema de esta deuda, en su gran mayoría con Bancos Internacionales, resolviendo la postergación del pago a través de sucesivos “waiwer” o “perdón” para prorrogar el pago y no caer en la temida “moratoria de la deuda” y terminando su gestión con U$S 58.000 de deuda pública”.

“Con la llegada de Carlos Menem a la presidencia, surge en 1991 desde el “Consenso de Washington” la iniciativa conocida como “Plan Brady” que consistía en transformar esos créditos impagos en títulos de deuda para entregarlos a bonistas (ahorristas) de todo el mundo, con nuevos vencimientos (la gran mayoría a los 10 años) que permitía regularizar esa deuda totalmente vencida e impaga en un nuevo plan de pagos y la posibilidad de estos países emergentes (incluyendo a la Argentina) al acceso al mercado internacional de créditos que venía inhabilitada hacía más de 10 años”, explicó.

“A pesar que las privatizaciones de empresas públicas iban a servir para pagar la “deuda externa” (vender las “joyas de la abuela”) la deuda pública argentina creció a U$S 147.119 millones hacia el año 1999, nuevamente con la intervención activa de Domingo Cavallo”.

“El gobierno de De la Rúa se encontró con los vencimientos de la deuda que le había dejado su antecesor y como no podía cumplirlos, primero lanzó el Blindaje del Fondo Monetario Internacional como garantía de esos vencimientos a cambio de una política fiscal de ajuste o contractiva,  y luego el Megacanje, cambiar los títulos de deuda de la era del presidente Menem por otros con vencimientos postergados pero a tasas de interés usuarias e impagables”, analizó.

“Con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, se lanza en el año 2005 junto al ministro de economía Roberto Lavagna primero, y luego en el año 2010 la presidenta  Cristina Fernández de Kirchner pusieron en marcha el canje de la deuda que consistió en reprogramar los títulos de la deuda entregados en el Megacanje de Cavallo con una quita del 75% de su valor –de acuerdo a lo efectivamente habían pagado los bonistas por recibir esos bonos-. Entre el Canje de la deuda del 2005 y del 2010, el 92% de los acreedores aceptó la reestructuración de la deuda en las nuevas condiciones, que logró reducir la deuda pública del 160% del PBI argentino a un 60% del mismo. Este proceso de reestructuración de la deuda generó un proceso de desendeudamiento genuino que permitió a la Argentina destinar los recursos públicos hacia los sectores que realmente más lo requerían (educación, obras públicas, seguridad social, etc.)”, enumeró.

 

Para Safrán, si el Gobierno Nacional debe pagar los vencimientos de la deuda reestructurada (el 92% de los acreedores que aceptaron el Canje) en la jurisdicción del pago que es Nueva York, es pasible que al remitir los fondos sean embargados a favor de los “fondos buitres” y de esa manera los bonistas no podrían cobrar sus acreencias y el Gobierno Nacional se encontraría ante el “Default Técnico”. Es por ello, que entre las alternativas planteadas, se estudia cambiar el domicilio de pago a  Buenos Aires para evitar el embargo y con ello, el default.

“Si persiste la situación de conflicto legal sin un arreglo (razonable), provocará la suba del “Riesgo País” y encarecimiento del crédito para la Argentina: El “Riesgo País” es la diferencia de la tasa de interés efectiva que reditúa un Bono del Tesoro de Estados Unidos (considerados hasta ahora los más seguros) con la tasa de interés efectiva que reditúa un Bono de la Deuda Pública (se consideran los Bonos a 30 años). Ese diferencial, constituye un sobrecosto financiero que el Estado Nacional, los Estados Provinciales o Municipales y las Empresas deberán afrontar si toma un crédito. Hasta la semana pasada, el “Riesgo País” se encontraba en 769 puntos básicos, o sea un crédito en Argentina costaba (en términos reales eliminando el efecto distorsionador de la inflación) 7,69% por encima de lo que cuesta en Estados Unidos. Esta situación de conflicto con los “fondos buitres” hará incrementar el “Riesgo País”, o sea el costo del crédito para la Argentina, y desmotivará las oportunidades de inversión que se podrían producir por su elevado costo financiero”, explicó.

 

“Si el arreglo con los “Fondos Buitres” no defiende la posición de los Canjes  2005 Y 2010, o sea a largo plazo, con quitas y con una baja tasa de interés, a) el Gobierno Nacional comprometerá importantes porciones de sus recursos para el pago de la deuda pública lo que puede llevar a la Argentina a la imposibilidad de su cumplimiento. Es sorprendente escuchar a dirigentes políticos opositores afirmar que “hay que arreglar con el juez Griesa como sea”… y b) los Bonistas que aceptaron el canje podrán reclamar por vía judicial dejar sin las quitas, y sus condiciones favorables, en definitiva volver a las condiciones preexistentes a la crisis del 2001”.

“En definitiva, el impacto del fallo es importante pero no es tan grave: en los últimos 10 años la Argentina registró un importante crecimiento de su economía sin acceder ni utilizar el crédito internacional, y cuando tuvo la oportunidad (década de los ´90) se terminó endeudando y sin asegurar un desarrollo económico sustentable salvo en breves períodos (1991-1994)”, sostuvo el economista.

 

“Es relevante estar atento a los próximos acontecimientos que se produzcan en torno al tema, sin dudas los próximos serán días muy agitados. El fallo de la Corte de Estados Unidos pone en evidencia el perfil del Imperialismo Económico: Mientras el Imperialismo del Este, de la ex Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se daba por la fuerza bélica imponiendo a través de la invasión de los países (Polonia, Ucrania, Checoslovaquia, etc.), el Imperialismo de Occidente se ha caracterizado por imponerse a través del “Sistema”, a través de las instituciones legales que protegen sus intereses en perjuicio de los terceros (en este caso los argentinos), y el inédito proceso de reestructuración de la deuda argentina de los años 2005 y 2010, logró quebrar esa imposición”, concluyó Safrán.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas