El Mundial renueva la química y permite acercar a las parejas

Es un mes en que el fútbol también atrapa a las mujeres. La mayoría disfruta compartirlo con sus novios o esposos y luego festejan los triunfos argentinos teniendo sexo. Las razones del fenómeno.

Dicen que el fútbol es una pasión de multitudes… conformada por hombres. Por eso suele ser un tema conflictivo en las parejas. Que mira todos los partidos, que va a la cancha y hasta que demuestra más amor por su equipo que por ella: todo eso suelen decir las mujeres. Pero el Mundial cambia el concepto, la pasión se comparte y se traslada del living a la habitación.

Sí, la Copa del Mundo hace milagros, como el que está ocurriendo en la casa del contador Carlos Cerino, de 45 años y fanático de Independiente. Cuenta: “Mi mujer, Daniela está lejos, muy lejos del fútbol, pone cara larga cuando con mis hijos miramos los partidos del Rojo”. Pero el Mundial impuso una suerte de “amnistía pasional”, como él lo define. “Estoy anonadado. Ella se asoma y hasta se sienta a ver los partidos. Y ni hablar cuando juega Argentina, es todo júbilo”.

Especialistas consultados por Clarín certifican que hay un cambio en la manera en cómo ellas viven el Mundial: “Cada vez más, la mujer se acopla a este festejo y ya dejó de autoexcluirse como lo hacía en otras oportunidades, esto es algo nuevo”, asegura Any Krieger, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

Ricardo Rubinstein, médico psicoanalista y autor del libro “Deportes al diván”, coincide: “Hoy en día la mujer está absolutamente incorporada al fenómeno del Mundial. Es una pasión compartida”. Las razones del cambio son varias y es probable que cada mujer tenga la propia, pero en general se repiten dos: el hecho de querer ser parte de un evento deportivo excepcional, que ocurre cada cuatro años, y la capacidad de disfrutar con el goce del otro.

Natalia Licini, una licenciada en Relaciones Públicas, lo vive de esta manera: “Mi marido ve todos los días los tres partidos del Mundial y juega a todos los prodes que puede, pero en lugar de enojarme me divierto, lo veo compenetrado en eso que a él le gusta y me parece que está bueno”. Ariela Graglowski, de 24 años, es de las que esgrime el primer motivo: “Mi novio es fanático del fútbol y tomé una postura flexible porque sé que le encanta y sólo es un mes cada cuatro años”.

Además, el Mundial trae consigo aires renovadores, impone un clima de excepción, rompe la rutina y revitaliza la química de las parejas, lo que hace que la pasión atraviese las paredes del living y también se viva en la cama. “La alegría, la unión y el compañerismo suelen funcionar como una previa que alienta el encuentro amoroso”, indica Krieger. Y agrega: “Es evidente que si hay afinidad durante el día, las noches serán más placenteras”. Rubinstein suma: “Si Argentina gana, claro, será mejor todavía, la alegría impacta de una manera importante, el clima de festejo ayuda, entre otras cosas, a que el vínculo erótico pueda manifestarse”.

De esto dan cuenta también algunas encuestas hechas para este Mundial. Un trabajo de P&G en toda Latinoamérica indica que el 72% de las mujeres quiere estar con su pareja durante los partidos de fútbol. Y el 52% lo acepta como el “período masculino”. Otro trabajo de Prime Argentina dice que el 93% de las parejas festejan los triunfos teniendo sexo. Pero tampoco es cuestión de que sólo trabajen los jugadores argentinos en la cancha para encender la pasión y el “tercer tiempo” en la cama. “Es cierto que compartir situaciones, en este caso el Mundial, puede avivar el fuego, pero para eso además hacen falta otras cosas como la intimidad, el juego y la ternura”, explica Rubinstein. O sea que más allá de los contextos, que pueden ayudar o desfavorecer, en el sexo el partido se define de a dos. Por lo que gane, pierda o empate, la Selección Nacional puede respirar tranquila: al menos el desempeño sexual de los argentinos no dependerá –sólo– de ellos.

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