La competencia se desarrolló por parejas en una sola categoría y en la modalidad Greensome-Chapman. El sistema de juego consistió en que cada jugador pegase su pelota en cada tee de salida y posteriormente jugase el segundo golpe con la pelota de su compañero. Para el tercer impacto se elegía la mejor posicionada de las dos y se continuaba hasta terminar el hoyo alternándose los impactos.
En un deporte tan unipersonal como el golf la sola participación implicaba la aceptación de tener que convivir con situaciones lindas y de las otras ya que un buen tiro muchas veces significaba tener que jugar la otra pelota que no había sido tan buena pero los jugadores, en una gran jornada de camaradería, aceptaban estoicamente el desafío.
El binomio conformado por Eduardo Forte y Héctor Sabaski fueron los únicos en jugar bajo el par y con un registro de 71 golpes (-1) se adjudicaron el primer lugar superando por la mínima diferencia a Santiago Warenycia y Nico Radichowski. El tercer lugar del podio le correspondió a Carlos Luco y José Laprovitta con 73, mientras que el cuarto lugar fue para Daniel De Sanctis y Juan De Sanctis con 76.
