Los 50 trabajadores de la fábrica de bolsas de papel La Arminda SA de Puerto Rico, pararon la producción y tomaron la fábrica hasta tener una respuesta por parte de la empresa. Exigen el pago de salarios atrasados y que se les garantice su continuidad laboral. La preocupación surgió por un cambio en la titularidad de la empresa.
Los trabajadores de la empresa La Arminda SA, instalada en Puerto Rico desde hace más de 20 años, tomaron la planta en reclamo del pago de salarios atrasados. Las medidas de fuerza empezaron el lunes, cuando interrumpieron la producción desde las 14 hasta las 22, le martes lo hicieron en el mismo horario pero de manera intermitente y ayer directamente tomaron la planta.
Los trabajadores de la planta que elabora bolsas de papel aducen que desde comienzos de años vienen cobrando con irregularidad, situación que se profundizó este mes. Afirman que todavía no cobraron los salarios correspondientes a lo trabajado en mayo. La preocupación fue en aumento a medida que tomaba mayor fuerza la versión de que la fábrica, fundada en el año 1980, habría sido vendida. Al confirmarse esta versión en la mañana de ayer, los trabajadores decidieron en asamblea parar la fábrica hasta que tengan una respuesta a sus reclamos.
Los trabajadores ya forman parte del Sindicato de Papeleros de Alto Paraná ayer fueron asesorados por los delegados de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) quienes se acercaron para tomar conocimiento de la situación y brindar asesoramiento.
Trascendió que el sábado habría una reunión entre los trabajadores con los nuevos dueños de la fábrica, en la misma los empresarios explicarían los planes futuros para La Arminda. Hay temor por la pérdida de fuentes laborales, por los sueldos adeudados y la antigüedad, que en algunos casos data de más de 20 años.
Pero el principal temor de los empleados no pasa por los salarios, sino por la continuidad de la fábrica. Afirman que la demanda viene en baja y que no se realizaron algunas inversiones que necesarias para la continuidad a largo plazo de las actividades en la fábrica. Destacan que la empresa es un motor importante de la actividad económica de la ciudad, ya que de ella dependen directamente entre 50 y 60 familias, además de otras empresas y personas que le proveen insumos y servicios.
