Se trata del doctor Álvaro Otero García, traumatólogo especializado en ortopedia oncológica. Es uno de los cerca de 25 certificados por la «Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología» que existen en el país. Es quien operó exitosamente la semana pasada a una nena de 13 años que padecía un Osteosarcoma y por ser Testigo de Jehová, tuvo una intervención sin transplante de sangre.
Dr. Álvaro Otero García en Radio República
La semana pasada desde el Hospital Escuela Doctor Ramón Madariaga las autoridades comunicaron la exitosa intervención quirúrgica que se le practicó a una nena de 13 años, que padecía de un Osteosarcoma (tumor maligno de hueso). La cirugía en la que se le reemplazó el área del hueso donde se encontraba el tumor, con un hueso humano donado por el Banco de Órganos y Tejidos del Hospital Garraham, estuvo al mando del doctor Otero quien contó los pormenores de la intervención inédita en la provincia.
Álvaro Otero García, en cirugía. ( Izq. )
“La niña está de alta desde el viernes de la semana pasada, cursando un post quirúrgico favorable. Esto significa que el hueso que ha recibido se integre a la paciente. Su estado es muy bueno, no presenta sin dolor y comenzó la rehabilitación kinesiológica”, indicó.
Respecto al procedimiento el especialista indicó que no todos los pacientes que presentan osteosarcomas son candidatos a este tipo de intervención ya que por lo general a la alternativa de la amputación es la utilización de una endoprótesis.
“Tuvimos un trabajo previo que lo realizamos desde Posadas con la colaboración del Cucaimis y mi señora se encargó de la logística. Se trata de un hueso donado desde el banco del Hospital Garraham y es de características singulares por ser un hueso pequeño y es bastante difícil de conseguir. Por sus creencias religiosas la intervención se hizo practicarle transfusiones sanguíneas”, indicó el médico.
También sostuvo que en su etapa de formación de la subespecialidad tuvo similares intervenciones en el Hospital Militar Central que cuenta con banco de huesos, cadavéricos, pero que en Posadas es la primera vez que se hace este tipo de intervenciones.
Otero explicó que el hueso implantado se desarrollará con la niña, es decir tomará las características del paciente. “Ella conserva los propios cartílagos de crecimiento y esto le va a permitir que el hueso crezca como la otra pierna, a diferencia de las endoprotesis que necesitan una segunda cirugía para agrandamiento. Si el hueso se integra sigue el crecimiento normal de la tibia”.
Por otra parte el médico contó que en el país son cerca de 25 los médicos con esta subespecialidad certificados por la «Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología». “En el país deben haber 25 acreditados, en el Nordeste no hay ninguno, se que en San Juan está Sebastián Lepera y otro colega en Rosario, pero los demás están en Buenos Aires”.
