Vuelta de página

Después de una semana de una crisis inesperada, la calma volvió al seno de la Renovación, y los principales responsables de la conducción del oficialismo misionero dieron por superado el conflicto y decidieron apuntar la mirada y el trabajo para adelante.

Sin embargo, hay que decir que se vivió en la sociedad política gobernante de Misiones, una semana tensa. E intensa. Con mensajes cruzados, especulaciones de todo tipo – especialmente de quienes buscan dividir para obtener ventajas -,  y unas pocas certezas ante una sociedad que por estos días tiene la mirada puesta en la pelota que rueda en Brasil, pero no deja de estar atenta a los hechos que pueden incidir en su futuro inmediato.

 

 

La crisis de Junio estuvo lejos de remitir a otros tiempos, cuando en 2007 se decidía el futuro de la coalición. Y, como era de esperar, no existe en el horizonte intención de ningún sector interno del Frente Renovador, de alcanzar un epílogo similar al de hace siete años.Después de marcar cada uno su punto de vista, el gobernador Maurice Closs y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, pusieron paños fríos a la fiebre desatada.

 

 

“Vamos a seguir gobernando de esta forma, cerca de la gente”, definió Closs. “Nosotros cuidamos primero de todo a los misioneros,  porque lo que hay que cuidar es la paz y la unidad del pueblo de Misiones. Yo soy muy consciente que el proyecto del Frente Renovador  vino a esta provincia para achicar las diferencias y agigantar las coincidencias”, agregó el mandatario.

 

 

Horas antes, Rovira también había planteado su visión acerca de la crisis: “Es una cuestión cerrada», sentenció.

 

 

Definió que para él, “la política es una cuestión muy seria, y así lo he tomado desde que abracé estos principios y estas acciones; la política debe estar por encima de cualquier situación coyuntural que estamos viviendo”. “Nuestro proyecto está vivo, yo lo voy a seguir  defendiendo, y en lo que hace a política es mi responsabilidad máxima, porque soy el conductor político de este espacio, y lo hago a título de humilde contribución para que esto quede definitivamente en el pasado”, agregó.

 

 

Una de las principales figuras del Frente Renovador, aportó mayor claridad para entender la génesis del problema, y su posterior definición: «Este fue un problema netamente administrativo, al que desde algunos sectores quisieron sumarle cuestiones políticas que no corresponden», dijo.

 

 

La crisis se desató por un incremento de diez mil pesos que ex diputados acordaron con el presidente de la Legislatura.  La actualización se concedió a través de una orden directa a la Contaduría General de la Provincia a través de una resolución firmada por el ex secretario de Hacienda, Daniel Hassan.

 

 

El problema es que Hassan nunca informó de esto al Gobernador Maurice Closs, ni le pidió autorización para efectuar los pagos. Para peor, cuando Closs se enteró, le preguntó en forma directa, y Hassan negó conocer el tema.

 

 

Cuando Closs tuvo frente a sí copia de la Resolución con la firma del ahora ex secretario de Hacienda, quien le había dicho que no sabía nada del tema, el camino era uno solo.

 

 

Como corresponde, el Gobernador de Misiones fue terminante y mostró autoridad. Closs nunca permitió que su cordialidad en el trato y apertura al diálogo, sea confundido.

 

 

Anuló el aumento y reemplazó a Hassan, un ministro que hasta entonces no tenía cuestionamientos, y había acompañado a Rovira primero y a Closs después, alcanzando un récord de permanencia en el cargo.

 

 

¿Que haría Rovira si un funcionario de la Legislatura tomara una determinación administrativa y financiera sin su autorización, y después le negara lo que había hecho? ¿Qué creen que haría?, preguntó un alto dirigente del Frente Renovador, mientras los interlocutores asentían todos, conociendo la respuesta.

 

 

«Bueno. Es lo mismo», sentenció. «No busquen otra cosa. Esto fue administrativo, y ya se superó».

 

 

El debate, lleno de tecnicismos jurídicos sobre la potestad de dar o no el aumento, encuentra defensores y detractores. Siempre hay una parte de la biblioteca que favorece al concepto que se quiera sostener.

 

 

No se pone en dudas la necesidad de cumplir con las leyes, como reclamó la oposición con un dudoso sentido de la oportunidad, sino de ecuanimidad en la toma de decisiones.

 

 

Se trataba aquí de beneficiar a 127 personas, entre ex diputados y sus familiares que cobran pensiones, con un incremento de diez mil pesos, que representa casi 80 por ciento más de lo que perciben actualmente.

 

 

Un aumento demasiado lejano a lo otorgado a los demás jubilados, justamente cuidando los recursos para no poner en riesgo el equilibrio financiero que con tanto esfuerzo se construyó. Y aunque en el global no sea una suma muy significativa, sí desequilibraba aún más una caja previsional que no se autosustenta, como es la de los legisladores, en la que los activos aportan por mes 400 mil pesos para pagar más de dos millones.

 

 

Se rompía el principio solidario que domina el sistema previsional de la provincia. No es lo mismo, si se aplica un criterio de justicia social, aplicar la movilidad en el sector docente que entre diputados, cuyos ingresos promedian los 50 mil pesos, con un salario en blanco de cerca de 40 mil.

 

 

La muestra de autoridad de Closs desplazando a Hassan desató un sinfín de especulaciones y puso en vilo a la sociedad política. El conflicto duró casi una semana, hasta que el presidente de la Cámara, dio por cerrado el capítulo más polémico y se comprometió a seguir trabajando por la concordia.

 

 

Amainado el temporal, los dos sectores que componen el oficialismo, hicieron esfuerzos para dar por superado el incidente y desactivar a los más extremistas, que pretendían tirar por la borda diez años de construcción política. “Si por un aumento a 130 personas vamos a romper la Renovación, sería porque no están solidamente consolidados los fundamentos de nuestra alianza, y eso no ocurre”, aseguró Eduardo Torres.

 

 

“Los talibanes, de ambos lados, debemos bajar los decibeles”, graficó un hombre del ala rovirista. Las señales conciliadoras expresadas desde la conducción por Closs y Rovira, sin embargo, no fueron captadas por todos, que siguen financiando operaciones mediáticas que apuntan a desgastar a los principales funcionarios del Gobierno, especialmente los que son cercanos al Gobernador.

 

 

Poco aportan, así, a la concordia declamada.

 

 

Por el contrario, la situación de conflicto le dejó el escenario servido a la oposición para ocupar el rol de crítico. La suerte fue escasa. Ante una sociedad que desde un primer momento vio con fastidio el incremento de diez mil pesos a ex diputados, la postura opositora no sirvió para capitalizar el descontento. Es que el argumento, repetido por radicales y legisladores de otros partidos, fue la defensa del 82 por ciento móvil “para todos los jubilados”, avalando tácitamente el aumento a la sus predecesores, lo mismo que sucedió, en silencio, cuando  se aumentó el sueldo de los activos de 13.542 a 37.171 pesos. De hecho, algunos legisladores se animaron a reclamar el blanqueo de todos sus ingresos, que llegan  a 50 mil con adicionales, pasajes y combustible, lo que sin dudas repercutirá en sus propios ingresos futuros, pero que provoca un incremento de la brecha entre la sociedad y la clase política.

 

 

La “metáfora” del 82 por ciento para todos no tiene más sustento que la chicana. Fue este Gobierno el que le puso fin a la Emergencia Previsional que podó las jubilaciones durante más de 20 años, iniciando una salida paulatina desde 2012. Al momento que Closs remitió el Presupuesto, inclusive al momento que la Legislatura aprobó esa ley, el sueldo bruto remunerativo de los Diputados era de 13.542 pesos y la dieta del legislador jubilado era de 11.030 pesos.

 

 

De a poco se fueron elevando los topes, mientras que en paralelo se subieron las jubilaciones de todos los sectores en porcentajes bastante por encima de cualquier indicador de inflación. Entonces, en este caso, pretender correr por izquierda al Gobernador es, como mínimo, anacrónico.

 

 

Suena a escasa, como propuesta política y faltando tan poco tiempo para ponerse a prueba en las urnas, la pretensión de echar leña al fuego de otro partido para de ese modo colocarse aunque sea por unos momentos en el centro de la escena.

 

 

La oposición sigue actuando por espasmos, siempre respondiendo acciones del Gobierno o poniendo en dudas las decisiones que se toman. Están en su derecho y el juego político es así. Pero la sociedad mira cada acción con atención.

 

 

Comenzó el Mundial y hoy Argentina dará su primer paso en el camino al sueño de levantar la copa en tierras brasileñas.

 

 

Seguramente la atención estará puesta en lo que hagan los pies de Messi y compañía. Pero la euforia mundialista dura un mes. La política, aunque a veces corre a velocidades más vertiginosas que una diagonal de Di María, impacta en el ahora, pero sobre todo en el futuro. Después de la tormenta, a disfrutar con los goles y a festejar con los padres.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas