Empresa constructora de la represa Baixo Iguaçu admite que sufrieron daños pero aclara que “no tienen influencia” respecto a la inundación

“El trasbordo del dique no tiene ninguna influencia respecto a la inundación generada o al montante de la obra (río abajo o río arriba). El volumen de agua que llegó a la región del emprendimiento, llegó a niveles superiores a los del pico histórico desde regiones arriba de la planta.  Por lo tanto, la obra ha sido una víctima más de las inundaciones que resultaron en daños en varias regiones del estado de Paraná”, aseguran voceros de la firma Geração Céu Azul, del Grupo Neoenergia, responsable de las obras de la futura planta hidroeléctrica.

 

Así respondieron desde la empresa responsable de la construcción de la central hidroeléctrica Baixo Iguaçu a 70 kilómetros aguas arriba de las Cataratas -patrimonio de la Humanidad- y a tan solo 500 metros del inicio del parque natural brasileño, entre Capanema y Capitão Leônidas Marques. Aseguran que fue “otra víctima” de la inundación, según indicó un vocero de Geração Céu Azul, que responde al Grupo Neoenergía.

 

La represa es la sexta que Brasil construye sobre el río, pero  esta es la más próxima a las Cataratas, y en estos días la inundación arrasó con la construcción de las obras y al menos una balsa y un remolcador fueron arrastradas por el río aguas abajo. “Una balsa que llevaba a trabajadores de la usina se desprendió y se fue para abajo, junto a un remolcador”, confirmó Jorge Pegoraro, jefe del Parque Nacional Iguazú, lado brasileño.

 

En el río Iguazú ya son operadas cinco hidroeléctricas de gran porte: Foz do Areia, Segredo, Salto Caxias – propiedad de Copel – más Salto Osório y Salto Santiago, de la empresa Tractebel. Juntas totalizan 6.674 megawatts de potencia instalada. La represa de Salto Caxias también fue noticia porque ante la crecida del río, abrió las compuertas e inundó a cientos de familias costeras.

 

El grupo Neoenergia, de Río de Janeiro, ganó la licitación de la obra con una inversión de R$ 1,6 billones -unos cinco mil millones de dólares- y se esperaba la puesta en marcha en 2016.

Geração Céu Azul es la empresa del grupo responsable por la futura Planta Hidroeléctrica Baixo Iguaçu y en comunicación con Misiones Online un vocero de la empresa confirmó oficialmente los daños pero aclaró que “las fuertes lluvias que azotaron el estado de Paraná en los últimos días provocaron la transposición de las aguas del río Iguaçu sobre la estructura provisoria utilizada para la construcción de la usina, conocida como ataguía”.

Las ataguías son elementos, generalmente temporales, que se usan para encauzar flujos de agua. Su uso es común cuando se realizan obras de infraestructura en cauces de ríos, y surge la necesidad de desviar el flujo de agua, para conseguir un área de trabajo seca.

“Pero el trasbordo del dique no tiene ninguna influencia respecto a la inundación generada o al montante de la obra (río abajo o río arriba). El volumen de agua que llegó a la región del emprendimiento llegó a niveles superiores a los del pico histórico desde regiones arriba de la planta.  Por lo tanto, la obra ha sido una víctima más de las inundaciones que resultaron en daños en varias regiones del estado de Paraná”, aseguran desde Geração Céu Azul .

 

 

 

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