El intendente de Andresito, Bruno Beck indicó que ya se han destinado las tierras para los afectados por el desborde del arroyo San Francisco, a principios de mayo. Aún hay 17 familias viviendo en el polideportivo municipal, porque el clima ha demorado la construcción de las viviendas, el municipio y el Estado provincial continúan a asistiendo a los afectados.
Beck explicó que la creciente de esta semana del río Iguazú afecto las zonas rurales y costeras del municipio, además afecto el cauce normal del arroyo San Antonio. Explicó que hubo vecinos que se autoevacuaron y algunos parajes de la localidad estuvieron aislados por 48 horas, por el bloqueo de los caminos. Afirmó que el río ha bajado.
Al día de hoy “quedan las consecuencias de lo que ha dejado el río, mucha basura y los caminos destruidos, muchas alcantarillas que se han ido, eso hay que reparar y son todos caminos provinciales”. Explicó que van a trabajar con el gobierno provincial y con vialidad para poder reparar los caminos y alcantarillados, pero aclaró que “necesitamos una semana de buen tiempo para poder trabajar sobre los caminos”.
En relación al sector productivo, el intendente planteo que el sector más afectado fue el ganadero que se asienta a la vera de los cauces de agua, pero como fue de día la creciente, pudieron salvar a sus animales. En cuanto a la producción agrícola, algunos productores yerbateros vieron sus plantaciones anegadas por 24 horas, pero esto no afecta a la producción, según el jefe comunal.
Sobre la situación de los afectados por el desborde del arroyo San Francisco a principios del mes de mayo, Beck explicó que se ha avanzado con el IPRODHA en la obtención de las siete (7) hectáreas para reubicar a las familias a afectadas. A más de 50 días de la pérdida de sus casas, 104 personas de 17 familias continúan alojadas en el polideportivo municipal, otras están viviendo en casas de familiares.
El intendente indicó que “si los pasos de los puentes lo permiten, las empresas van a poder ir llevando las casas prefabricadas, porque hay un atraso importante en las obras. Nosotros estamos sosteniendo a las personas damnificadas, pero se hace difícil la convivencia, porque hay una impaciencia por la demora de las obras”. Remarcó que se continúa asistiéndolas desde lo social y humano, pero las demoras aumentan la “impaciencia”.
