La creciente en el caudal del río Iguazú liberó la embarcación «Nicolás Mihanovich» que se encontraba amarrada al puerto local. Con la intervención de dos barcos con potentes motores se logró detener la embarcación de mayor porte, que contaba con tripulación a bordo, luego de recorrer más de siete kilómetros. No se registraron heridos ni lesionados informó el prefecto principal Claudio Manuel Cozzi, jefe de Prefectura Naval Argentina en Iguazú.
Este mediodía un buque que permanecía amarrado en el puerto local fue liberado por la potencia que traen las aguas del río Iguazú tras la creciente que sufre durante las últimas horas.
La embarcación de unos cien metros de largo, que permanecía en el puerto local donde era refaccionado para la instalación de un casino, con hotel y restaurantes, contaba con tripulación a bordo de la que no se detalló el número.
Luego de la intervención de una embarcación proveniente del Paraguay, que comúnmente realiza tareas de remolque en la cerealera, más otra de bandera argentina lograron detener el barco a las 14 y permanece amarrado a la costa. Aún resta remolcarlo de nuevo a su lugar en el puerto.
El barco recuperado cuenta con ocho pisos, donde se proyectan distribuir unas 52 habitaciones cinco estrellas, pileta, solarium y gimnasio, salones de eventos y teatro, además de cuatro salones para salas de juegos, con tragamonedas de última generación.
Con el río crecido, las Cataratas del Iguazú muestran un caudal histórico
