“Mi nena llora todo el tiempo y tiene mucha fiebre», dijo la mamá de la niña arrastrada por un colectivo

Francisca, la mamá de Guadalupe la nena a la que ayer un chofer de la empresa Don Casimiro en Candelaria arrastró tres cuadras y no le brindó siquiera asistencia, aseguró que hoy lo volvieron a ver trabajando normalmente. “Mi nena llora todo el tiempo y tiene mucha fiebre. Hoy lo vimos y me dijo – mamá ese fue – ayer cuando la gente lo insultaba por lo que hizo, les dijo: estoy apurado”, relató la mujer. A la menor la puerta trasera del colectivo le presionó la mochila y viajó colgada tres cuadras ante la inacción del chofer.

 

“A Guadalupe le duele mucho la cabeza y el cuerpo. Pido que alguien le haga una placa, pero los doctores en Candelaria me dijeron que era el susto nomás. Pero ella tiene fiebre, llora, está inquieta. A mí me duele mucho que nosotros hicimos la denuncia y el chofer está trabajando normalmente, y la policía no nos dijo nada”.

 

Y agregó: “nosotros lo vimos trabajando de nuevo, ella me dijo que ese era, yo lo quería agarrar a sopapos pero me contuve”.

 

Radio Libertad. Francisca, mamá de Gaudalupe. María Bareiro, directora de la escuela a la que asiste la menor.

 

Por su parte, la directora de la escuela a la que asiste la nena, María Bareiro, se quejó porque ningún adulto asistió a la menor que aun golpeada y llorando caminó sola hasta la escuela para contarle a la maestra lo que había vivido.

 

“Ustedes imaginen que nosotros no entendíamos cómo es que ella viajó colgada del colectivo tres cuadras. Caminó sola hasta la escuela sin la compañía de ningún adulto. Llegó en muy mal estado emocional, y eso nadie lo toma en cuenta. Gracias a Dios no se soltó la cuerda de la mochila ni ella intentó sacársela. Ella cuando el colectivo para, cae en el asfalto. La empresa Casimiro no tiene conciencia de eso”, se preguntó.

 

Además, Bareiro pidió que no minimicen las lesiones físicas y la afectación psicológica que tiene la menor. Los médicos en Candelaria no atendieron el fuerte dolor que tiene Guadalupe en el brazo que está hinchado desde anoche, y los 40 grados de fiebre que padece.

 

 

Cuando la nena de diez años iba a bajar del micro ayer para ir a la escuela como lo hace habitualmente, el chofer cerró la puerta trasera y aprisionó la mochila. Ella quedó colgando en el aire.

 

El ómnibus hizo tres cuadras, en medio del grito horrorizado de los demás pasajeros y de gente que desde las veredas veía la escena. Finalmente, la estudiante terminó ilesa, pero el colectivero nunca la ayudó. Por eso, tanto la madre como la directora del establecimiento escolar a la que asiste la víctima radicaron una denuncia. Quieren que no vuelva a estar al volante.

 

La mamá contó que cuando la gente comenzó a insultarlo por no asistir a la menor, el chofer respondió: “estoy apurado”.

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