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El argentino que espera en Belo Horizonte ganar el Mundial desde su pizzería

Por tercer Mundial consecutivo Gustavo Román oficiará de anfitrión en los partidos del torneo más importante. Su pizzería será un punto de encuentro para los hinchas que viajen a la ciudad donde se hospedará la Selección.


En el 2006, cuando la Selección de Pekerman nos ilusionaba de la mano de Riquelme, Crespo y compañía, vio la oportunidad y la aprovechó. Fue con el llamado de un canal de televisión brasileño que buscaba un típico lugar argentino para ver el Mundial donde se encontró con la posibilidad de convertir su local en un «estadio argentino» durante los partidos de la Copa.

El cálculo no falló: según estima, llegó a tener ¡450! personas en uno de sus locales que habitualmente cuenta con lugar para 200 clientes sentados. «Para el Mundial estamos preparando un ingreso por 30 reales, pero va a estar difícil para los argentinos: hay muchos brasileros que vienen con la celeste y blanca y ven el partido haciendo fuerza por Argentina, algo que no se da al revés con la selección de Brasil», le comentó a Toda Pasión.

Hoy espera la fiesta máxima del fútbol con otra preparación: hace algunos meses cargó una valija con 33 kilos de merchandising albiceleste para estar a la altura. No es para menos: entre sus aspiraciones está aumentar un 30% la facturación durante el Mundial. Y que Argentina salga campeón del mundo, claro.

En el entretiempo de un partido de Argentina en 2010 llegamos a juntar 800 personas en la calle, en una fiesta que convocamos nosotros.
Vive en Brasil desde hace 14 años y está casado con una brasileña. Desde su local le imprime su toque criollo a la gastronomía mineira. Entre sus pizzas se destacan la «Maradona», «Carlos Bianchi» o la «Boca Juniors», que denotan su fanatismo Xeneize. También tiene lugar para recordar a su clásico rival. «La pizza de pollo y el sandwich de pollo se llaman El Monumental y Passarella, je», dice.

En uno de sus locales se destaca en las paredes un mural con la figura de Carlos Tevez entre otros jugadores argentinos. Sin embargo, banca a Sabella. «El tipo tiene sus por qué, no te podés meter en la cabeza del técnico. Hay que respetar su decisión, por algo vino acá a Belo Horizonte y sacó campeón a Estudiantes contra Cruzeiro. Sabe lo que hace: es perfil bajo y lo pusieron. Si salimos campeones puede ser que le dediquemos una pizza, alguna honra va a tener el viejo», confiesa el neuquino que es buzo profesional y que se instaló en Porto Seguro antes de hacer su escala actual en BH.

Si bien durante la época del Mundial los cuerpos técnicos son muy celosos de la dieta de los jugadores, Gustavo es contundente: «Si me llaman de la concentración de la Selección y me piden una pizza para Messi, se la llevo de rodillas si es necesario, pero ahí voy a estar».

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