Con el objetivo de ganar en escala y reducir costos mediante la socialización de los medios de producción, un grupo de once cooperativas conformó el consorcio “Esperanza Yerbatera”. Según explicó Argentino Almeida, de la Cooperativa Agrícola Tealera Campo Viera, quien oficia de vocero del grupo, el flamante consorcio es el resultado de una lucha de más de cuatro años en los que se avanzó en un trabajo articulado con la Nación, la Provincia y las entidades interesadas.
Indicó que el objetivo es superar el problema de escala que enfrentan las pequeñas cooperativas a la hora de intentar comercializar sus marcas en el mercado nacional. Afirmó que las pequeñas empresas por lo general no cuentan ni con la infraestructura, ni con el volumen de dinero necesario para producir grandes volúmenes y esa es una de las principales dificultades que encuentran para competir con las grandes compañías del rubro.
Para superar esa desventaja, apostaron a un modelo asociativo: “Cada cooperativa recoge la materia prima de sus asociados y la mantiene en su depósito. Tenemos tres secaderos ubicados en las zonas Sur, Centro y Norte de la provincia para procesarla, de la molienda se encargan determinadas cooperativas que tienen molinos y envasadora, después se centraliza todo en un depósito conjunto y se vende. Si llega un pedido para vender un equipo, lo cargamos equitativamente con material de las distintas cooperativas que tengan yerba en stock en ese momento y así todas las entidades participan de las ventas”, detalló.
El consorcio recibió ayer 10 millones de pesos para levantar la cosecha. “Este aporte, más los fondos propios que pueda aportar cada entidad, nos permitirá tener el stock necesario para salir al mercado con más fuerza. Pero los resultados finales recién los veremos en un año y medio porque trabajamos exclusivamente con estacionamiento natural”, indicó Almeida.
Actualmente las once cooperativas incluidas en el consorcio tienen seis marcas propias y elaboran 11 millones de kilos de canchada. “Esperamos sacar próximamente una marca única y aprovechar la capacidad instalada de todas las cooperativas del consorcio que es de 25 millones de kilos”, dijo Almeida.
Otra de las cooperativas que participa en el consorcio es la de Hipolito Yrigoyen, cuyo presidente Viro Hanauer consideró que el subsidio de 10 millones entregado ayer es “una ayuda muy importante, llega la zafra y por ahí no tenemos los recursos para levantar la cosecha y menos para pagar al productor. En este momento se manejan flujos grandes de dinero que las cooperativas nunca tenemos a mano para enfrentar los gastos que significa una zafra. Los aumentos en los precios de la hoja verde nos dificultaron la comercialización, siempre falta materia prima”, señaló.
