Manifestantes contrarios a la posibilidad de construir la represa tomaron la dependencia del Consorcio Energético del Río Uruguay instalada en Alecrim, ciudad periférica de Santa Rosa, en el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil. Exigen que se suspendan los estudios que se vienen desarrollando como etapa previa a la decisión de construir o no la central hidroeléctrica.
Cerca de 50 integrantes del Movimento dos Atingidos por Barragens (MAB), un grupo que afirma representar los intereses de los afectados por embalses hidroeléctricos y tiene presencia en varios puntos de Brasil, tomaron ayer la oficina instalada por el Consorcio Energético del Río Uruguay en la localidad de Alecrim, vecina a Panambí. Exigen que se suspendan los estudios de viabilidad y de ingeniería que se llevan adelante en la región y que se cierre la oficina tomada, porque entienden que funciona como un órgano de propaganda pro represas y con ello no estaría cumpliendo con el rol informativo que le correspondería.
Los manifestantes se instalaron a primera hora de la mañana de ayer en el Centro de Información de Participación Pública de la ciudad vecina a Panambí, no dejaron entrar al personal del consorcio que la ocupa habitualmente y aseguraron que no saldrán hasta que sus reclamos tengan respuesta positiva.
Los cincuenta integrantes del MAB pretenden lograr por vía de la acción directa que Brasil desista de construir la represa proyectada en el límite con Argentina. Argumentan que los pobladores de la zona, la gran mayoría de ellos dedicados a la agricultura familiar, sufrirán un fuerte impacto negativo por la pérdida de la franja de tierra costera que quedaría bajo agua de concretarse el proyecto hidroeléctrico.
Desde el Movimiento Afectados por Represas (MAB) de Brasil, explicaron que “los vecinos exigen la paralización de los estudios ambientales, de viabilidad, y que dejen de hacer propaganda, ya que acá la resistencia de los vecinos es total, y tampoco se están contestando los censos que el consorcio quiere realizar; acá nadie da información y crece la resistencia. Los vecinos están dispuestos a luchar para defender sus tierras”.
