El joven arrestado por el crimen de Marcelo Francisco Ferreira (16), al que mataron de un balazo en el corazón el sábado último en el barrio San Martín de Apóstoles, se abstuvo de declarar ante el juez de Instrucción Miguel Ángel Faría. De todos modos, el relato de testigos lo comprometen bastante, según trascendió.
En el transcurso de esta semana en el juzgado apostoleño recepcionaron testimoniales. De lo que dijeron las personas que estuvieron cerca de la escena del homicidio queda claro que Lisandro, el sospechoso, solía andar armado y que ante cualquier arranque de ira, disparaba. De hecho, la madrugada en la que ocurrió el hecho fatal abrió fuego en distintas ocasiones, indicaron fuentes consultadas.
Por lo que contaron los testigos, un rato antes de que se produjera el crimen, un joven que trabajaba para Lisandro en la cuadrilla de peones que dirigía le contó que había sido agredido en una cancha. Entonces, habría estallado la bronca de Lisandro. Dicen que fue hasta su casa y cargó un revólver. Para vengar la afrenta de su empleado, empezó a tirar contra los presuntos agresores. Ferreira, que estaba en ese vecindario visitando a una hermana, salió a ver qué pasaba. Fue entonces que recibió el impacto letal en un costado del tórax. Según la autopsia, también presentaba otras dos heridas de bala en un brazo.
Marcelo no tenía nada que ver con el incidente que desató la furia de Lisandro. Tampoco con la rivalidad de vieja data entre dos grupos familiares, de la que el muchacho arrestado no era ajeno y hasta solía fomentar. El ahora arrestado habría protagonizado un episodio anterior, en el que abrió fuego contra un “rival” y el proyectil pegó en un auto.
Lisandro, de 20 años, fue imputado del delito de “homicidio simple”, que prevé penas de entre 8 y 25 años de cárcel.
Cuando lo atraparon, horas después del crimen, estaba escondido en un museo. Allí la Policía secuestró dos armas, uno calibre 22 y otro 38. Las pericias que se hicieron en los últimos días confirmaron que uno de revólveres incautados fue utilizado en el hecho de sangre.
