Desde la UTA aseguraron que las compañías que monopolizan las líneas del Sistema Integrado de Transporte sistemáticamente estafan a sus trabajadores. Afirman que no pagan francos trabajados ni horas extra. Estiman que la cantidad de ómnibus en circulación cayó a la mitad. La falta de servicio se sentirá más durante la noche. Denunciaron que las empresas cobran subsidios por unidades que no circulan. Señalaron que la firma de transporte urbano Bencivenga sí paga como indica la ley.
Representantes de las empresas del grupo Zbikoski y de la delegación local de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se reunieron ayer en una audiencia conciliatoria convocada por el ministerio de Trabajo de la Provincia a raíz del quite de colaboración aplicado desde ayer por los choferes de las firmas Don Casimiro, Nuestra Señora del Rosario y Tipoka, todas prestatarias del Sistema Integrado de Transporte (SIT) en el ámbito de Posadas, Garupá y Candelaria.
Durante el encuentro quedó claro que existe un abismo entre las posturas de ambas partes y no hubo siquiera un intento de acercamiento. Desde el gremio volvieron a acusar a las empresas de no pagar francos trabajados ni horas extra y advirtieron que los choferes están sobreexigidos. Las acusaron además de presionar a su personal con constantes amenazas de despido y de aplicar descuentos sin motivo real como herramienta de hostigamiento. Consideraron que la medida adoptada desde ayer no es un paro ya que todos los empleados están cumpliendo la jornada establecida por ley. Desmintieron que el motivo de la protesta fuera el descuento del día no trabajado durante el paro del 10 de abril pasado, tal como habían señalado desde las empresas horas antes a través de un comunicado de prensa.
Desde el grupo empresario se limitaron a desconocer las acusaciones de los sindicalistas y responsabilizaron a los choferes por la notoria disminución en los servicios. Argumentaron que la protesta llevada adelante por los trabajadores sería una medida de fuerza y por lo tanto violaría la conciliación obligatoria en curso.
Como resultado, desde la UTA adelantaron que los choferes continuarán trabajando “a reglamento” cumpliendo solo la jornada de ocho horas, lo que ocasionaría una reducción de alrededor de 50 por ciento de los servicios prestados regularmente por las tres empresas. Indicaron que el horario en el que se será más notoria la falta de servicios será el nocturno, ya que buena parte de esa franja se venía cubriendo con horas extra.
“La gente está trabajando bajo convenio, que falte servicio es porque las empresas deberían tomar entre 200 y 250 choferes para cumplir con las prestaciones que les pide la Provincia y los municipios. Los choferes siempre están sobre exigidos, por convenio deberían trabajar 21 o 22 días por mes, pero las empresas le están haciendo cumplir 26 o 27 jornadas y no les pagan francos trabajados. Lo mismo pasa con los horarios, los obligan a cumplir cuatro o cinco horas por encima de las ocho que marca la jornada de convenio y no pagan esas horas extra como corresponde. Además está el agravante que les computan faltas que no se produjeron. No pagan francos trabajados ni horas extra y encima descuentan sin motivo”, afirmó Carlos Flores, dirigente de la UTA.
Resaltó que las empresas reciben subsidios de la Nación, la Provincia y el municipio de Posadas que están orientados a cubrir los costos salariales y que aun así no pagan como marca el convenio. Advirtió además que “ahora tienen 70 coches metidos adentro, por los que siguen cobrando como si esas unidades estuvieran andando. Le están estafando al personal, al usuario y al Estado”.
Flores consideró a la comunicación surgida desde las empresas en la que señalaban un descuento correspondiente al día no trabajado por el paro del 10 de abril como motivo de la protesta, como “algo totalmente erróneo y mentiroso. Hace varios meses que venimos denunciando la estafa de la que son víctimas los trabajadores, les hacen trabajar y no les pagan, el inconveniente no es de ahora y ellos (las empresas) lo saben”.
La UTA pidió el fin de la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo el año pasado por entender que el conflicto ya lleva mucho tiempo y no se lograron avances. Anticiparon que si las partes quedaran liberadas, los choferes endurecerían la protesta.
