Rentas advirtió que en las “saladitas” es alto el nivel de informalidad

Indicaron que la mercadería entra por bultos, como equipaje en ómnibus. Afirmaron que relevaron a los puesteros del paseo de compras de Candelaria, pero advirtieron que la empresa de Buenos Aires que maneja el negocio “no aparece”.  Desde varias cámaras empresariales plantearon su rechazo a la instalación complejos que funcionan con esa modalidad.

 

El avance de complejos comerciales tipo “saladitas” en Misiones fue una de las principales preocupaciones planteadas desde cámaras de comercio de  varios puntos de la provincia en una reunión realizada ayer en la sede de la Confederación Económica de Misiones (CEM) y en la que también participaron funcionarios de la Dirección General de Rentas (DGR). El primero de los paseos de compras se abrió en  julio del año pasado en Candelaria, en diciembre abrió el segundo en Eldorado y ya se proyecta la tercera en Bernardo de Irigoyen e incluso una cuarta que sería itinerante.

El tema fue planteado por representantes de la Cámara de Comercio de Eldorado, quienes relacionaron a las saladitas con el trabajo esclavo en la confección de las prendas y la informalidad laboral en los puntos de comercialización, además de evasión impositiva. El planteo fue retomado por empresarios de Posadas y de Alem, quienes consideraron que la proliferación de este tipo de negocios terminaría “matando” al comercio formal. Destacaron que el complejo instalado en Candelaria generó ventas por más de un millón de pesos en la semana previa a la última Navidad.

En respuesta a la preocupación planteada por los empresarios, el director de Políticas Fiscales de la DGR, José Garzón Maceda, advirtió que están investigando a las saladitas desde que anunciaron su llegada la provincia,  pero reconoció que el trabajo es arduo porque la empresa que motoriza el negocio desde Buenos Aires “no da la cara” y prefiere escudarse detrás de los puesteros, que operan bajo la figura de cuentapropistas.

El funcionario no dudó en caracterizar como “de un alto nivel de informalidad” al modelo comercial que comenzó su auge en Buenos Aires y se extiende hacia todo el país.

Señaló que en el paseo de compras de Candelaria relevaron 180 puestos de los cuales 120 estaban ocupados, la mayoría de ellos no estaban inscriptos y ahora se está avanzando en ese proceso, pero destacó que el principal interés de Rentas no es perseguir a esos pequeños cuentapropistas, sino a quienes se quedan con la parte del león en el negocio y son los responsables de proveer la mercadería que venden los puesteros, material que ingresa sin pagar Ingresos Brutos.

Admitió que controlar el ingreso de la indumentaria  que se comercializa en las Saladitas no será tarea sencilla, ya que no llega en una operación de compraventa tradicional, sino en una suerte de “tráfico hormiga” en bultos de encomienda o como equipaje en “tours de compras”.

Anticipó que Rentas ajustará aún más los controles a los servicios de encomiendas, especialmente a los que prestan las empresas de transporte de pasajeros, que aprovechan espacio sobrante en sus baúles para llevar paquetes. También controlarán los bultos de  los colectivos que periódicamente viajan a Buenos Aires en “tours de compras”. El subdirector de Asuntos Legales de la DGR, Luciano Bernetti, anticipó que será muy difícil discriminar en los tours de compras, qué bultos pueden considerarse equipaje personal y cuales tienen destino comercial.

 

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