Las historias de los heroicos policías que fueron condecorados

En el acto por los 158 años de la Policía de la Provincia recibieron medallas de oro uniformados que se destacaron en distintos procedimientos en los últimos meses. Ellos son el cabo Víctor Darío Ballertbo del Comando Radioeléctrico de Posadas, el comisario Ramón Sosa y el sargento ayudante Pablo Knoll de Alem, el sargento ayudante Arturo Francesconi de Bernardo de Irigoyen y el cabo Hugo Oscar Camargo de San Vicente. Conozca las historias estos hombres con profunda vocación de servicio. 


Cabo Víctor Darío Ballertbo del Comando Radioeléctrico de Posadas.

 

 

 

 

Salvó a 3 personas de un incendio arriesgando su vida

 

El cabo Víctor Darío Balletbo participó de un procedimiento el pasado 3 de septiembre de 2013 ante el incendio de una vivienda. Sin dudar pese al crítico panorama, ingresó al domicilio y rescató a tres personas. A dos de ellas les practicó reanimación cardio pulmonar, lo que les permitió salvar sus vidas. Oscar de 65 años, Hilda de 73 y Sulma de 43 agradecerán siempre la valentía y el heroísmo del suboficial.

 

En diálogo con Misiones On Line Balletbo, quien es oriundo del barrio El Laurel de Posadas y cursó sus estudios secundarios en el Centro Educativo Polimodal N 4. Contó cómo vivió el episodio que le valió una medalla de honor que le entregó ayer el Gobernador Maurice Closs.

 

“En el momento en el que tomamos la guardia de prevención como lo hacemos habitualmente en el Comando Uno, en la zona operativa y cuando circulábamos por la avenida Rademacher llegando a la calle Bompland, nos encontramos con una multitud de gente que pedía auxilio ante el incendio de una vivienda. Al momento de descender la patrulla nos informaron que en el interior de la casa se encontraban tres personas y sin oportunidad de pensar por la capacidad que adoptamos en la vocación de servicio dentro de la Policía, donde estamos preparados para cualquier acontecimiento de esta magnitud donde está en riesgo la vida, tumbé la puerta, ingresé al edificio en medio de humo y fuego. Allí me encontré con una señora de 45 años que me dijo que había dos personas más atrapadas dentro de una habitación. La tomé del brazo, la saqué y volví a ingresar. Después saqué a las otras dos personas y haciéndoles reanimación de RCP pudieron reaccionar ya que estaban asfixiadas por el humo. En ese momento uno sólo piensa en resguardar la vida de los demás, cuando verificamos que todo estaba bien se pidieron las dos dotaciones de bomberos y llegaron las demás patrullas del Comando y las jurisdicciones correspondientes”.

 

Al referirse a sus acciones dijo que en ningún momento dudó porque en la Policía los capacitan para este tipo de situaciones y respecto a la reacción de sus camaradas luego de lo su accionar dijo estar “muy agradecido a los compañeros y por  pertenecer a esta unidad especial que es el Comando Radioeléctrico N 1. Es invalorable el apoyo que ellos me dieron y esta medalla es para condecorarlos también”.

 

A los hombres y mujeres que están evaluando ingresar a la fuerza les brindó un mensaje alentador focalizando la posibilidad de superarse y servir a los demás. “A los jóvenes que quieren ingresar a la fuerza les digo que estudien y que se acerquen. Eso va tanto para el que tiene vocación de servicio como aquel que quiera formarse dentro de la policía. Que no tengan miedo y estudien porque es lo primordial”.

 

Al cierre de la entrevista agradeció a su familia pilar fundamental y su hijo Lautaro de 3 años.

 

Se trenzaron a los tiros con los maleantes

 

El comisario Ramón Sosa y el sargento ayudante Pablo Knoll de Alem jamás imaginaron  con lo que se encontrarían al acudir al llamado de Ervino Wagner, donde se estaba desarrollando un robo calificado, a la vera del río Uruguay.

 

En forma inmediata y en razón de que el móvil de la comisaría realizaba otra comisión de servicio, se acercaron al lugar en el auto particular de Sosa y al arribar fueron recibidos con disparos de arma de fuego desde el interior del domicilio. Los maleantes, dos hombres encapuchados dispararon contra ellos y cuatro proyectiles impactaron en el parabrisas delantero del vehículo. Uno de ellos en el hombro derecho del comisario Sosa, mientras que el sargento Knoll fue rozado por un proyectil causándole una herida.

 

La oportunidad fue aprovechada por los autores de los disparos para darse a la fuga, aunque uno de ellos habría recibido también un impacto de arma de fuego en el momento de la defensa por parte de los efectivos policiales.

 

La predisposición y actitud de servicio llena de renunciamiento de los policías participantes evitó que el hecho tuviera mayores consecuencias. Por ello y llevando en sus cuerpos las marcas visibles, fueron dignos de ser mencionados como héroes.

 

Balacera en el límite con Brasil

 

Al anochecer del 29 de mayo del año pasado, junto a otros camaradas de la UR 12, el sargento ayudante Arturo Francesconi concurrió a verificar la posible presencia de personas con antecedentes delictivos en una vivienda ubicada en la avenida Tránsito Pesado, próximo al límite con Brasil y el río Pepirí de la localidad de Bernardo de Irigoyen.

 

Al llegar al lugar fueron recibidos con disparos de arma de fuego por parte de tres personas que se hallaban en la vivienda. La patrulla responde en su defensa pero los agresores se dieron a la fuga por la parte posterior de la vivienda. Uno de ellos fue detenido y registraba varias causas por delitos graves en Brasil. Los otros dos que huyeron fueron debidamente identificados y también registraban pedidos de detención por delitos cometidos en el vecino país.

 

Además en la vivienda se hallaron e incautaron cinco armas de grueso calibre, municiones y otros elementos. Asimismo se secuestró un coche con patente de Brasil, que luego se determinó había sido sustraído.

 

Durante el procedimiento el sargento ayudante recibió en forma directa un impacto de arma de fuego, pero salvó su vida gracias a que llevaba puesto el chaleco antibalas.

 

Su proceder le valió el reconocimiento de la sociedad por su actitud de servicio como también se constituyó en ejemplo para todos sus camaradas.

 

 

Herido por intervenir en un caso de violencia familiar

 

El cabo Hugo Oscar Camargo acudió en la noche del 10 de junio del año pasado a verificar un supuesto caso de violencia familiar en una vivienda ubicada en el barrio El Progreso de San Vicente. Allí una mujer se encontraba en peligro y al llegar y constatar lo ocurrido, forcejeó con la pareja de la denunciante, Eric Fernando, quien con la ayuda de otras personas lo agredió, sustrayéndole el arma y efectuándole disparos que le causaron graves heridas que demandaron más de 6 meses de curación.

 

No obstante el procedimiento culminó con la detención de tres personas que fueron puestas a disposición del juez de turno.

 

Camargo no sólo demostró su entrega total, aún a costa de su propia vida, para cumplir con su deber sino que estando bajo tratamiento prolongado a los 45 días de curación se presentó en la comisaría con intenciones de continuar con sus tareas habituales.

 

Ese gesto le valió el reconocimiento y la medalla al mérito que le fue entregada por el gobernador de la provincia, Maurice Closs. 

 

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