“La falta de capacitación para las nuevas demandas laborales también explica el desempleo”

El contador Guilermo Knass indicó que “aunque lluevan dólares, hay gente que no va a conseguir trabajo porque no está capacitada para las nuevas demandas”. Analizó que este año la Argentina no tendrá un crecimiento significativo y que de cada 100, una persona perderá el trabajo. “Siempre hay que preguntarse cómo estamos, pero comparado con qué. Hoy el desempleo puede llegar al 7,5 por ciento, pero el país tuvo picos del 20 por ciento”.


Radio Libertad: Guillermo Knass – contador

Guillermo Knass, es contador público graduado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Unam, docente de la cátedra Macroeconomía 1 y docente de la cátedra Finanzas Públicas, autor de Macroeconomía parte 1 y 2, obtuvo un premio de la Universidad de Michigan conjuntamente con Fidamérica por la investigación del proceso de acceso al circuito supermercadista de los productores rurales, entre otros títulos. En diálogo con Radio Libertad analizó la marcha de la economía, el desempleo y el proceso de inflación.

 

“Cuando nos preguntamos como está hoy la Argentina siempre hay que preguntarse comparado con qué. Lo cierto es que hoy la Argentina no tendrá un crecimiento significativo, para el trabajador significa que no habrá más trabajo, se calcula que el desempleo puede llegar al 7,5 por ciento, de cada 100 un trabajador perderá su empleo y esto trae también aparejado la precarización laboral”.

 

Knass recordó no obstante que el país tuvo picos de desempleo del 20 por ciento;  mencionó que antes de los años 90 la tasa de desempleo era del tres y el cinco por ciento y hoy no se puede “perforar”, el seis por ciento.  Y explicó: “No se debe ni siquiera a un problema de la economía.  Este es un país que creció durante muchos años a tasas chinas, con la exportación de autos, de soja, nos favoreció tremendamente. Pero hoy hay mucha gente que por su capacidad técnica y formación profesional no está en condiciones de adaptarse a las nuevas exigencias laborales, por más que lluevan dólares, hay gente que no va a conseguir trabajo porque no está capacitada. Ese es un problema que empezamos a tener desde hace un tiempo”.

 

Indicó que si bien hubo creación de empleo público lo que necesita hoy la Argentina es la generación de empleo privado. “El que genera cosas, y más si se toma en cuenta que al generar más empleo el Estado destina más dinero para sostener a este sector y termina atentando contra el crecimiento”.

 

Knass entiende que este año el país volverá a tener superávit primario, que hoy los estímulos del Estado son buenos ya que la movilidad social se genera a través del Estado, pero plantea que el problema es cuando se exceden esos estímulos.

 

“Después de la crisis del 2009 no se recuperó el superávit fiscal. Es como en cualquier casa, si vos gastás más de que lo que generás de ingresos, en algún momento lo tenés que financiar. Aumentar impuestos ya se hizo, endeudarnos no podemos entonces se recurre a la vieja herramienta financiera que es la de emitir dinero para financiarlo, pero esa herramienta genera inflación. Hoy la inflación está estimada en el 35, 37 por ciento anual que no es poco pero tampoco es mucho, la Argentina en los 80’ tenía una inflación del 40 por ciento mensual y se vivía”.

 

 

Merma en la venta de autos

Por otra parte el contador explicó las razones por la que se dio la caída del 35 por ciento en la venta de autos en abril comparado a abril de 2013. “La Argentina tuvo un boom de ventas de autos, el problema es cuando haces crecer algo por encima de lo sustentable, se incentivó mucho la producción de autos porque es un rubro muy dinámico que genera empleo y de calidad, se exportaron muchos autos a Brasil. Entonces la gente empezó a comprase autos y para que no se sienta tanto la inflación se atrasó el cambio, esto es tener un dólar barato, y yo lo critico porque es un subsidio a la gente para que compre cosas importadas. Dentro de este contexto vos veías gente de clase media, media alta que en su vida podría haber comprado un auto de alta gama, manejando uno, y no está mal que lo haga pero no tenía relación su salario con el precio del auto. El problema vino cuando había que pagarlo entonces para vos era barato pero el fabricante quería cobrar el ciento por ciento del valor. Primero se fijó el impuesto y se devaluó la moneda y se sinceró la cosa, no es que los autos estaban baratos, el dólar barato lo subsidió”.

 

 

Comportamiento de los precios

 

En otro párrafo de la entrevista Guillermo Knass habló del aumento del precio en los productos y el rol de los empresarios a la hora de fijar los precios.

Consultado sobre si el consumidor o cliente tiene el poder de hacer bajar los precios al decidir no comprar un producto que sufrió una demarcación injustificada de precios, respondió que “si nos ponemos de acuerdo entre todos y no compramos, potencialmente puede funcionar, pero en la realidad ¿quien hace eso?”, se preguntó.

Expresó que los acuerdos de precios sirven circunstancialmente pero hay que observar que hay mucho dinero en la calle y “la gente sabiendo que la plata pierde valor se la gasta. Cuando estaba Moreno se establecieron acuerdos de precios pero el Banco Central no emitía dinero entonces se sí notó la merma de la inflación. Hay dos grupos de presión, el de los consumidores y el de los productores que es mucho mayor porque dedica su vida a eso”.

 

Explicó que siempre hay una inflación mayorista y otra minorista. Es decir la que pagan los consumidores y la que pagan los que producen. La minorista se estima en un 37 por ciento, pero en la mayorista es de alrededor del 26 por ciento, esa diferencia del 26 al 37 es mayor demarcación de precios en el comerciante. La mentalidad del comerciante argentino siempre fue de mediano plazo, quiere ganar mucho, sostuvo y agregó: “Hay mercados en el mundo que uno ve que se manejan con rentabilidad del 10 por ciento. Se remarca el rubro alimenticio en un diez por ciento porque se reponen rápido, tiene circulación rápida, se mueven mucho, acá en la Argentina se remarca un 40 por ciento, es demasiado. Yo puedo entender que remarques un tornillo al 40 por ciento porque pasa más tiempo hasta que te lo compren, pero el alimento es distinto”.

 

Finalmente recomendó que la gente tenga cuidado con la tarjeta de crédito y evite comprar por ejemplo, alimentos con la tarjeta. “No compren alimentos con la tarjeta porque el gasto corriente lo vas a volver impagable”.

 

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