Don Casimiro y sus choferes volvieron a dejar a pie a sus usuarios

Sin información, muchos usuarios esperaron por largo tiempo un colectivo que nunca llegó y debieron caminar en la oscuridad de la noche para volver a sus casas

Sin información, muchos usuarios esperaron por largo tiempo un colectivo que nunca llegó y debieron caminar en la oscuridad de la noche para volver a sus casas

Los trabajadores de la empresa de la familia Zbikoski afirman que los obligan a trabajar hasta 15 horas de corrido por día y no pagar horas  extra conforme a lo acordado. Aseguran que hubo unos 20 despidos, la mayoría porque se negaron a trabajar durante sus francos. La medida comenzó a las 21 y se extendería toda la noche. Desde la mañana de hoy el servicio sería normal pero volverían a reducirse frecuencias a la tarde.

 

Los choferes de las firmas Don Casimiro, Nuestra Señora del Rosario y Tipoka, todas pertenecientes al grupo empresario de la familia Zbikoski y prestatarias del Sistema Integrado de Transporte, realizaron un “quite de colaboración” que dejó a los usuarios de Posadas, Garupá y Candelaria sin colectivos durante toda la noche. Los trabajadores aseguraron que el servicio se  recompondría esta mañana, aunque no garantizaron la operación de todas las frecuencias y tampoco descartaron que se produzcan nuevas medidas de fuerza durante el día. Reclaman por una  supuesta mala liquidación de horas extra –afirman que son obligados a trabajar unas 15 horas diarias-, unos 20 despidos que se habrían producido en las últimas semanas y descuentos por el día de paro nacional del 10 de abril. Las unidades de Bencivenga circularon con normalidad.

La medida de fuerza comenzó a las 19 de ayer, momento a partir del cual las frecuencias se fueron reduciendo hasta llegar a una ausencia total de servicios desde las 21. Los choferes que impulsaron la protesta consideraron que no se trató de un  paro, ya que todos cumplieron con su jornada de ocho horas, sino que fue un “quite de colaboración”, porque se limitó a una negativa a cumplir horas extra.

Cualquiera fuera el nombre que correspondiera a la medida llevada adelante ayer, no fue comunicada al ministerio de Trabajo de la Provincia, a ninguna otra repartición oficial y ni siquiera hubo aviso a los usuarios, muchos de los cuales se vieron imposibilitados de usar el servicio de transporte urbano para volver a sus hogares una vez cumplida su jornada laboral. Los desprevenidos usuarios, abandonados por las empresas concesionarias del servicio público, se vieron obligados a enfrentar largas caminatas en la oscuridad de la noche o recurrir a opciones de transporte mucho más onerosas, como el taxi.

El panorama de cara a los próximos días es incierto, los choferes aseguraron que volverían a cumplir su función en la mañana de hoy, pero dejaron en claro que continuarán cumpliendo una jornada de ocho horas, lo que imposibilitaría el cumplimiento de todas las frecuencias que habitualmente operan en el SIT. Estimaron que una disminución de servicios volvería a aplicarse desde la tarde, sería más notoria con el correr de las horas y a la noche el corte volvería a ser total.

Los trabajadores que impulsaban ayer la medida, afirmaron que las empresas del grupo Zbikoski  los obligan a trabajar un promedio de 15 horas de corrido por día y que no pagan las horas extra conforme a lo acordado. Señalaron que tras el último paro llevado adelante por el mismo reclamo –el del 10 de abril respondía a otras  circunstancias- habían acordado con las empresas mencionadas un pago de 35 pesos por hora extra trabajada, pero luego recibieron 10 pesos menos que esa cifra. Argumentaron además que son obligados por la compañía a trabajar durante sus francos y no reciben el pago correspondiente por ese concepto y que se les descontó el día no trabajado durante el paro nacional del último 10 de abril.

Otro de los reclamos planteados fue el despido de alrededor de 20 choferes, que –según sus compañeros- habrían sido cesanteados por negarse a trabajar los días correspondientes a sus francos.

Silencio de UTA

Como ocurre cada vez que los choferes llevan adelante un paro sorpresa,  las autoridades del sindicato que los representa, la delegación provincial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA),  se ocuparon prolijamente de apagar sus teléfonos y no brindar ninguna información de antemano, con el claro objetivo de causar el mayor inconveniente posible a los usuarios.

El ministro de Trabajo de la Provincia, Jorge Valenzuela confirmó a este medio que la medida de fuerza de ayer no fue comunicada a esa cartera, lo mismo indicaron desde la  subsecretaría de Transporte.

 

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