A la deriva, el retrato de una situación social que está cambiando

“A la deriva”, opera prima de Fernando Pacheco protagonizada por Daniel Valenzuela y Julián Stefan, que revela la difícil situación social en Misiones a través de la crisis de un hombre que pierde su trabajo y queda envuelto en el narcotráfico, llegará a las salas locales. 

 

“A la deriva”, opera prima de Fernando Pacheco protagonizada por Daniel Valenzuela y Julián Stefan, que revela la difícil situación social en Misiones a través de la crisis de un hombre que pierde su trabajo y queda envuelto en el narcotráfico, llegará el jueves próximo a las salas locales.

 

La primera película de Pacheco, que también cuenta con las actuaciones de Mónica Lairana, Mariana Medina y Juan Palomino, sigue los pasos de Ramón Antúnez (Valenzuela), un peón de aserradero de la provincia de Misiones que es despedido de su trabajo y queda virtualmente con su vida “a la deriva”.

 

Agobiado por problemas económicos y por un panorama laboral desalentador, Antúnez es seducido por su compadre Antonio, un experimentado pescador, a participar de un pase de marihuana desde el Paraguay, a través del enorme río, para un reconocido narcotraficante de la zona.

 

“Esta película habla de algunas personas que en Misiones parecen estar a la deriva, sin esperanzas, y también intenta ser un homenaje a la literatura de Quiroga, porque es sencilla, directa y tampoco tiene adjetivos”, afirmó Pacheco, que ganó el Primer Premio

“Raymundo Gleyzer” de desarrollo de proyectos en 2008.

 

El director señaló a Télam que “la película le plantea un dilema ético al protagonista, porque está casi obligado a elegir un rumbo equivocado frente a la falta de trabajo y perspectivas. Pero la idea era no juzgarlo ni tomar partido, sino simplemente contar cómo se vive ante la falta de trabajo en Misiones”.

 

 

“Es la tierra a donde pertenezco, quería retratar la provincia de mis padres y por eso todo el proceso fue muy emotivo para mí. Poder contar una historia en la provincia de dónde vengo me causa mucha emoción, porque siento que es una historia que también habla de mi familia y sus dificultades”, añadió el cineasta.

 

Seleccionada para los festivales de Montreal y Mar del Plata, “A la deriva” -que contó con el apoyo del gobierno provincial- surgió de la necesidad de Pacheco de “querer filmar una película después de haber terminado la escuela de cine. Pero quería que fuera una película que reflejara lo que es la gente en el interior de misiones, con sus problemáticas, sus tiempos e idiosincrasias”.

 

“La película responde a un cuento que escribí cuando tenía 18 años y un día, hablando con Valenzuela y fantaseando con hacer la película, surgió la idea de un guión. En una provincia donde hay muchísimos descendientes de europeos, yo soy descendiente de criollos al igual que Daniel, y eso nos emparentó un montón”, recordó el director.

 

 

Y añadió: “Con Daniel iba colaborando en el guión a partir de las vivencias que él también tuvo, ya que al ser misionero compartíamos ideas y pensábamos juntos los conflictos que pudieran tener los personajes”.

 

“En un doble juego -explicó el cineasta-, intenté darle una estética a la literatura de Horacio Quiroga y también mostrar la deriva en la que están estos personajes en el final de la época  menemista, y así ver no sólo lo que sucedía en Buenos Aires, sino saber qué sucedía en esa época nefasta en el interior de nuestro país”.

 

Gran admirador de la literatura de Quiroga, Pacheco señaló que al leer el final del cuento “A la deriva”, pensó que “la canoa en el río podía ser el plano final de una película, y quizás como un capricho ese plano final es un homenaje al cuento de Quiroga, desde el cual construimos toda esta historia”.

 

“Tenía ese final y un cuento mío, “Polski”, que se refiere a un apellido muy común de inmigrantes polacos en Misiones, y a partir de ahí desarrollé la película. En relación a Quiroga me gusta la sencillez, la austeridad y lo directo que es. Por eso tal vez también intenté hacer lo mismo. La muerte en la película responde a los cánones de Quiroga, es seca, repentina, directa y sin demasiados rodeos”, manifestó.

 

En relación a la situación social en Misiones, Pacheco reconoció que “sinceramente hay muchas cosas que cambiaron y para bien. Lo que veo es que sigue habiendo pobreza, pero no escapa a la pobreza que hay en América Latina, pero lo que había antes era una gran desidia y un olvido de la gente por parte del gobierno de Ramón Puerta”.

 

 

“Hoy las cosas están cambiando notablemente para bien, hay más ayuda por parte del Estado, que está mucho más presente. Obviamente, esto ocurre en el marco de una provincia que arrastra años y años de ciertas problemáticas”, señaló el director.

 

Con respecto al narcotráfico, el cineasta recordó que “a mediados de los 90 era común ver en el interior de Misiones pasar camionetas que cruzaban el monte a gran velocidad. Era una realidad palpable y todos sabíamos qué sucedía ahí. Casi todas las problemáticas de las que habla la película las he visto o vivido personalmente”.

 

Por otra parte, Pacheco destacó que su película fue una de las ganadoras del Concurso Raymundo Gleyzer y sostuvo que “es muy importante que se estén haciendo tantas películas en el interior del país. Ojalá sigan existiendo políticas públicas para que se sigan filmando películas en todas las provincias argentinas”.

 

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