Caso Romina Vega: la familia de la víctima quiere reabrir la causa por mala praxis contra Lotocki

Lorena Vega, hermana de la joven que murió en 2007 después de practicarse una  lipoaspiración en el entonces centro de estética del médico Aníbal Lotocki, manifestó que le genera “impotencia y bronca” que el cirujano visite los canales de televisión mostrándose como un gran profesional cuando sabe lo que le pasó a su hermana y aun así hace canje con las famosas para que hablen bien de él”. 


Radio Libertad. Lorena Vega, hermana de Romina

La figura del médico Aníbal Lotocki volvió a cobrar protagonismo en las últimas semanas después de casos mediáticos (como el de Verónica Ojeda ex de Diego Maradona quien fue internada por una grave anemia después de una intervención en la clínica del polémico médico) en los que se puso en duda la idoneidad de Lotocki para practicar cirugías estéticas.

 

No conforme con observarlo por televisión, la familia de Romina Vega la joven que murió después de una intervención de lipoaspiración, liposucción y lipoescultura, volvió a denunciarlo públicamente y asegura que buscará que se reabra la causa por mala praxis.

 

“Me genera impotencia y mucha bronca que él se esté paseando por los canales de televisión y que con canje logre que las famosas hablen bien de él. Nosotros vamos a buscar que la causa se reabra porque es una vergüenza”, reiteró Lorena, quien agregó que los abogados de la familia trabajan en la nueva presentación.

 

 

El 7 de febrero de 2007, Romina Vega de 21 años falleció luego de una operación para verse más linda. 


Ese día Romina subió las escuetas escaleras del centro de estética de Lotocki; a las 10 de la mañana tomó unas pastillas que un enfermero le dio y quedó dispuesta para que el doctor, sin especialidad en cirugía plástica, le realizara una intervención de lipotransferencia: lipoaspiración, liposucción y lipoescultura de abdomen, brazos y caderas para un implante en los glúteos que se hizo con la grasa extraída, mezclada con una cuestionada sustancia llamada metacril.

Pero las cosas se complicaron y lo que Lotocki prometió sería “sencillo”, terminó de la peor manera. Luego de la intervención Romina sufrió un edema de pulmón que terminó con su vida en una clínica céntrica, a donde fue trasladada por un equipo de emergencia que debieron convocar telefónicamente. El cuerpo hinchado de Romina debió ser atado a una tabla y, casi en posición vertical, cuatro enfermeros lograron rescatarla descendiendo por una escalera angosta que separaba al quirófano inhabilitado de la clínica Full Esthetic Center de la vereda. El lugar no contaba con ascensores para camillas. Ni siquiera tenía ascensor.

 

El entonces juez, José Luis Rey, instruyó la causa e inclusive allanó la clínica Full Esthetic Center, un núcleo de oficinas en un tercer piso de calle Córdoba, entre Colón y Félix de Azara. Rey pudo observar en persona las condiciones en las que Lotocki realizaba operaciones de mediano riesgo, “sin contar en el lugar con equipos de reanimación, mucho menos con una unidad de terapia intensiva. Operaba en un local habilitado para hacer depilaciones”, destacó Lorena Vega, sin ocultar su bronca ante la falta de justicia por la muerte de su hermana.

 

Pero las pruebas presentadas por la familia de la chica fueron desestimadas por el entonces juez José Luis Rey, quien determinó que el médico no tenía mayor responsabilidad que la de un “homicidio culposo”, por el cual terminó sobreseído por “falta de mérito”, pagando una fianza de 50 mil pesos, nueve meses después de la muerte de Romina. 

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