La compañía La Arena presentó ante un Teatro Lírico, literalmente, repleto de público, un espectáculo en el que cuerpos e imágenes se convirtieron en instrumentos de un gran videoclip.
Con un control remoto como leit-motiv y cuerpos sumamente entrenados como instrumentos de acción, el espectáculo Travelling sorprendió al público local con un show que unió destreza física y recursos técnicos, en poco menos de una hora de magia audiovisual.
Los arneses, telas y clavas son elementos comunes a casi cualquier troupe circense, pero La Arena no es cualquier compañía de circo. A estos recursos le suma un arsenal de ideas relativamente sencillas pero que, en su conjunto, conforman un espectáculo visual con un dinamismo pocas veces visto por estas tierras. Cuando uno habla de recursos “relativamente sencillos” nos referimos a un juego entre una handycam y los actores que se proyecta casi permanentemente sobre el telón de fondo, un reflector de mano que focaliza la atención sobre partes muy acotadas de la acción, televisores que transmiten en directo todo lo que registra la cámara, proyecciones de imágenes urbanas y, todo esto, en medio de seis cuerpos atléticos que deslumbran por su flexibilidad.
Cuerpos colgados de telas y arneses insertos en una escenografía mínima y mucho dinamismo, han dado forma a lo que se denomina el Nuevo Circo Argentino. La compañía La Arena deslumbró a un Teatro Lírico del Centro del Conocimiento que desbordó de público y prometió visitarnos nuevamente con otro de sus grandes espectáculos: Leonardo.
