Lo afirmó Alberto Mir, padre de la alumna del colegio Santa María que fue supuestamente secuestrada. La semana que viene la menor será sometida a pericia psicológica.
Continúa la investigación por el confuso caso de supuesto secuestro de una alumna del colegio Santa María. Ante la falta de pruebas y con respecto a las dudas que generó el relato de la chica, su padre salió a reponder.
Hoy probablemente el juzgado de Instrucción Nº 3 indagará a el remisero que llevó a la menor a su casa, desde Santa Cruz y Franklin.El contador Alberto Mir, padre de la menor indicó que su hija ayer no asistió al colegio y que aunque se encuentra bien, está un poco sedada y con apoyatura psicológica. Además aseguró que no fue golpeada pero está dolorida como producto del forcejeo y la presión que hizo el hombre que la llevaba en su falda para contenerla. “Tampoco tuvo manoseo, en ningún momento apuntaron a eso”, dijo.El padre de la joven señaló que hasta el momento las cámaras del lugar no registran el hecho y dijo “no sé qué calidad tendrán. Es una hora que no hay luz todavía y casi siempre se apagan las luces del alumbrado”. Asimismo aseguró “yo creo en mi hija y no es una chica de fantasear ni nada”. Confirmó que la menor pudo describir a uno de los captores, que iba al mando del vehículo, ya que el otro viajaba a sus espaldas al llevarla sobre su falda, y declaró que los hombres tendrían acento paraguayo.
“Ella dijo que el que manejaba era un hombre de pelo largo negro, con jeans, y que en el auto pudo ver una botellita”.Por último dijo que no sabe si la policía tiene otros datos que no le comunicaron pero que aparentemente el vehículo descrito tendría vinculación a otros hechos delictivos. “Tenían acento paraguayo los dos hombres. En ningún momento quisieron abusar de ella, solo buscaban la plata. Querían plata y le dijeron que íbamos a tener que pagar mucho dinero para que la devolvieran. Ella empezó a gritar y ellos la empezaron a insultar, me tenés podrido le decían y hasta que la sueltan. Hablé con las autoridades educativas, les conté y la autorizaron a que falte a la escuela. Mi hija tuvo una crisis de llanto porque durante el día estuvo un poco sedada, y la voy a llevar al médico”, relató.
