Fabián Meza y Joselo Schuap encabezaron una delegación de artistas de la Tierra Colorada que cerró el Primer Encuentro Nacional de Estudiantes Misioneros en Buenos Aires.
Los gestores de Músicos Populares Misioneros (MPM), junto a la banda de rock Kuhmus, fueron los encargados del cierre del Primer Encuentro Nacional de Estudiantes Misioneros. Este acontecimiento se llevó a cabo en un espacio para espectáculos situado en el corazón del barrio de Palermo y fue una verdadera fiesta con la juventud misionera en Capital Federal.
El cierre contó con los artistas más destacados de Misiones como Fabián Meza y Joselo Schuap, quienes al final entregaron una memorable versión de Misionero y guaraní que causó el delirio entre los habitantes de la Tierra Colorada presentes.
Para la gran cantidad de gente convocada hubo música de todos los estilos: rock, chamamé, chotis y baile en la pista. Fue un show digno de repetirse donde la buena onda, la diversión y la cultura misionera brillaron en la noche de Buenos Aires. También estuvo Chaio Garay, un joven artista que tuvo su espacio, quien en la previa se acercó a hablar con Joselo y le pidió tocar el Fantasma de Canterville con armónica.
Fabián Meza aprovechó la ocasión para seguir presentando su último disco «La Lista», acompañado por todos sus músicos. El montecarlense agradeció a la presidente del Centro del Conocimiento, Élida Vigo, al senador Salvador Cabral Arrechea, a Gaby Anadón y a la Casa de Misiones por intermedio de Valeria Pretto, que hicieron posible su presencia en Buenos Aires. Meza había recibido en la previa la visita del consagrado Chango Spasiuk, quien fue a brindarles su apoyo.
Fueron Joselo Schuap y sus músicos quienes cerraron la fiesta misionera del Primer Encuentro Nacional de Estudiantes Misioneros. Los «Nómades» de la tierra colorada y los MPM misioneros hicieron bailar a todos en Palermo a puro chotis, polca y chamamé.
El broche final fue con el tema «Misionero y Guaraní» a cargo de Joselo Schuap y Fabián Meza, un chamamé de Alcibíades Alarcón, uno de los más entrañables músicos y poetas de la tierra colorada. El lugar explotó con el bis de «Quiero en mi tumba una escritura en guaraní» y todos pidieron otra, hasta que los músicos se retiraron de la escena, prometiendo volver.
