El presidente del ente turístico local, Claudio Alvarez sostuvo que hubo gente que mandó a interferir el circuito como estrategia para boicotear una gestión lograda para Iguazú. También criticó las especulaciones que se esgrimen para confundir a la gente respecto al plebiscito para enmendar la Carta Orgánica.
El presidente del ITUREM habló en un medio local, de «una campaña del miedo que se estaría impulsando desde distintas facciones políticas», de cara a las legislativas. Álvarez mencionó también que los candidatos intentan confundir a la gente respecto del plebiscito para la enmienda de dos artículos de la carta orgánica local para posibilitar la venta directa de tierras.
“El sábado hubo una intencionalidad política, hubo un sector político que mandó a meter las motos para que no salga el rally”, aseveró Claudio Álvarez. “Acá se mezcla la política y por la miseria humana se cae todo un esfuerzo de promoción turística, el intendente puso dinero para que se arme todo esto y hay algunos que están contentos cuando se deberían lamentar que esas 800 personas que vinieron a Iguazú, no quieran venir más”, se quejó el funcionario, quen aseguró ver como automovilistas cortaban las cintas de seguridad en horario de carrera.
Al respecto de la consulta para la modificación de dos puntos de la carta magna que impiden la venta directa de tierras, Álvarez sostuvo que los candidatos le están mintiendo a la gente al decir que es un negocio “La regularización va a generar que la gente acceda a los títulos, que pueda comprar sus tierras, pague impuestos y obtenga servicios. El casco urbano que paga sus impuestos está subvencionando el crecimiento de aquellos barrios” afirmó agregando “Esa gente no existe, pero van a ser existentes y van a tener derechos cuando salga este plebiscito con el voto positivo y tendrán sus papeles “dijo.
Álvarez también hizo alusión a la compra de tres camiones que el intendente Marcelo Sánchez compró recientemente por la necesidad que tiene la comunidad y el impedimento de parte de los concejales que no aprobaron un crédito para tal fin. Por último afirmó que el rechazo del cuerpo deliberativo para conformar una unidad ejecutora no le permitió a Iguazú acceder a obras importantes, calificando el accionar como un boicot hacia la administración y el crecimiento de Iguazú.
