Desde Iguazú Argentina, concesionaria de los servicios en el área Cataratas explicaron que el circuito de la Garganta del Diablo permanecerá cerrado en el día de hoy, el cruce a la isla San Martín también se encuentra clausurado hasta nuevo aviso, en cambio los demás circuitos y pasarelas están habilitados normalmente. La medida se adoptó desde ayer. El caudal actual de los saltos en Cataratas es de 8.140 metros cúbicos por segundo, cuando el caudal normal es de 1.500.
La empresa concesionaria de los servicios en el área Cataratas, Iguazú Argentina y la Administración de Parques Nacionales (APN) especificaron que se procedió ayer al cierre del circuito Garganta del Diablo, que prevalecerá durante el día de hoy.
El cierre se dio como consecuencia del aumento del caudal del río Iguazú. En la misma línea, también explicaron que el cruce a la isla San Martín también se encuentra clausurado hasta nuevo aviso. En tanto que los demás circuitos y pasarelas están habilitados normalmente. Además aseguraron que los paseos de luna llena se estarán realizando en el circuito Superior hasta nuevo aviso.
El caudal actual de los saltos en Cataratas es de 8.140 metros cúbicos por segundo, cuando el caudal normal es de 1.500.
Anticipando estos fenómenos naturales, cabe recordar que Iguazú Argentina conjuntamente con APN implementaron un sistema novedoso de pasarelas rebatibles permitiendo que la habilitación del circuito se realice en tiempo record.
Preparadas para las crecidas
Con el diseño actual de las pasarelas a Garganta del diablo, las mismas pueden soportar crecidas extraordinarias, permitiendo un restablecimiento casi de inmediato de los circuitos.
La variable que registra el río Iguazú superior, y que en los últimos años ha ido modificándose, trajo como consecuencia que en el año 1982 las antiguas pasarelas fueran arrasadas por una crecida extraordinaria en ese mismo año. Por ello, cuando se decide la concepción de las nuevas obras en el Parque Nacional Iguazú, la Administración de Parques Nacionales, había contratado para el desarrollo del proyecto del estudio estructural, a uno de los principales estudios de Ingeniería del país, Fontan Balestra y Del Carril, como así también los estudios geológicos ejecutados por el prestigioso estudio de Torres y Vercelli, además de otros profesionales calificados de la Argentina.
El nuevo proyecto contemplaba que ante una crecida extraordinaria la estructura de pilas de hormigón no sufrieran ningún daño y que solo se desplazaran al agua la estructura metálica superior, compuesta de bastidores, pisos y barandas, que opera como un sistema “quita y pon”, que permite su reposición en un tiempo récord.
