La gran cantidad de vehículos que se dirige hacia Paraguay cada sábado, sumada a la ausencia total de inspectores municipales hicieron que el cruce se vuelva más complicado que de costumbre. Las discuciones por automovilistas que se adelantan y no respetan la filas que se arman en lugares indebidos estuvieron a la orden del día. Con todo esto el cruce a la vecina orilla dura cerca de dos horas y media.