Tiene 20 años y sufre una rara dolencia que aún no pudo ser diagnosticada por un especialista, ya que sus padres no cuentan con los medios para tratarla. Además, el único oftalmólogo que va algunos días de la semana al hospital local de Purranque, a casi mil kilómetros al sur de Santiago, no la atiende.
Yaritza Oliva llora sangre. Su extraño caso ha conmocionado a Chile y un equipo de oftalmólogos tratará de estudiar qué es lo que padece, una vez descartado que se trate de conjuntivitis.
Oliva explicó que el cuadro de sangrado comenzó hace unas dos semanas y que en un primer momento se le diagnosticó una infección ocular.
La mujer señaló, mientras caía una lágrima de sangre de su ojo izquierdo, que en la localidad donde vive, Purranque, «nadie sabe lo que tengo ni saben lo que hacer» y precisó que no puede controlar el flujo que sale de ambos ojos.
Tras ver las imágenes de Oliva llorando lágrimas de sangre, el oftalmólogo Alejandro Lutz se inclina por la teoría de una alteración en la coagulación.
Su padre, José Oliva, un carpintero desocupado, está con el corazón destrozado al no poder darle una solución a su hija, y por ahora lo único que le queda es solicitar ayuda a algún buen samaritano.
“Alguna persona que ponga sus manos en el corazón y vean la situación nuestra y ayuden a mi hija”, pide José.
Por si esto fuera poco, y si el dolor no fuera suficiente para esta familia, la niña padece otro rarísimo síndrome que disloca sus extremidades en cualquier momento.
