Desde este jueves, el ingenio funcionará las 24 horas del día hasta la finalización de la campaña. La planta está sometida a ajustes desde el lunes de la semana pasada, cuando comenzó a recibir materia prima.
Con el inicio de la molienda de caña de azúcar se fueron realizando los ajustes de las máquinas modificadas en el Ingenio Azucarero San Javier (IASJ), para optimizar el sistema productivo. Después de cada prueba se aumentó el volumen de caña procesada y se espera que, desde este jueves, el ingenio funcione a pleno las 24 horas del día hasta la finalización de la campaña. Hasta el martes, en planta había unos cien mil kilos de caña para moler. Al mismo tiempo, el Departamento Agrícola del Ingenio organizó un cronograma de cortes de caña, en el cual se dio prioridad a la zona baja que podría ser afectada por las heladas.
Sobre los ajustes, el jefe de planta del IASJ, Benjamín Larrosa, explicó que “son los normales que se deben hacer cuando el ingenio está moliendo, eso lleva de diez a quince días. Esta semana, de a poco, aumentamos el nivel de molienda”. Con esta tarea se observó el funcionamiento del trapiche modificado, que “pasa de un formato tradicional a un nuevo concepto de tolva, con un proceso controlado de punta a punta”, detalló Larrosa. De esta manera se consigue que el residuo final, el bagazo, tenga una humedad determinada y aumentar la extracción de azucares para el proceso. Además, “se logró que la caña que ingresa al trapiche sea molida, ya no es como antes, cuando entraba caña entera y eso hacía disminuir la extracción”, recordó Larrosa.
Cronograma de corte
Para facilitar el trabajo en el Ingenio y evitar las colas de camiones cargados, el Departamento Agrícola del IASJ confeccionó un organigrama de cosecha. Según este esquema, los primeros en cosechar son los productores de Itacaruaré, Santa María, parte de Dos de Arroyos y norte de San Javier. “Este año coordinamos el corte para empezar por la zona baja, la primera afectada por la helada. Por eso tienen la prioridad en la entrega. Los técnicos dan la orden de corte a un número de productores, para que no haya una sobrecarga frente al ingenio”, explicó el coordinador de campo, Manuel Miranda.
En la zona baja se encuentra el 60 a 70% de la caña destinada al ingenio. “Por eso la preocupación, años anteriores hubo casos en que los productores perdieron todo por causa de la helada”, comentó Miranda. Y agregó que “hasta ahora el tiempo está acompañando y el productor está entusiasmado con las refacciones del ingenio”. Detalló que se asignan turnos y se libera un frente de corte de 40 productores para asegurar 70 a 75 cargas por días, para que la molienda sea constante. Siempre se maneja un margen de cinco a diez a carga por si llueve. A medida que el productor de la zona baja finaliza la cosecha, “de antemano se busca a otros que lo reemplazarán en el turno. Siempre la selección se hace por prioridad”, señaló.
Alto porcentaje de dulzura
Otro de los sectores que trabaja pleno es el Laboratorio del IASJ, a cargo del ingeniero químico Sergio Britez. Allí se hacen los distintos análisis de la caña y el azúcar, como las pruebas de dulzura. Antes de la cosecha se tomó un muestreo de los cañaverales para determinar los grados Brix (el porcentaje total de sacarosa). También se concretó un seguimiento de varios lotes. En la última semana, se analizó la materia prima que se encuentra en la planta industrial y se corroboró que están dentro de los valores normales y aceptables para ser procesados, alrededor de un 12% de dulzura.
De acuerdo a la información brindada por los laboratoristas, los resultados de los análisis de los cañaverales fueron muy buenos, debido al clima y las condiciones del suelo. Por ejemplo, este año se procesará caña de azúcar que tiene de 14 a 16% de sacarosa. Son valores superiores al 2012, cuando el porcentaje encontrado fue entre 9 y 11. Además, a través de estas tareas, se verificó que hay lugares -como Itacaruaré- que poseen un mayor rinde por hectárea y la caña tiene más concentración de sacarosa.
Hace más de quince años, el IASJ es administrado por el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial. En el 2012, atendiendo al reclamo de los productores, se replanteó su esquema productivo e industrial.
