Hallaron dos jóvenes muertos con disparos en la cabeza

El juez de Instrucción Nº 3, Fernándo Verón investiga la causa del barrio Moten.

El juez de Instrucción Nº 3, Fernándo Verón investiga la causa del barrio Moten.

En una vivienda de Posadas, un policía encontró a su sobrino Joaquín G. (15) y su hijastro Rubén G. (17) con disparos en la cabeza, en una habitación. Fue ayer, a las 17.

Dos detonaciones apagaron literalmente al barrio Moten de Posadas. Fueron los dos tiros que se escucharon minutos antes de que Joaquín G. (15) y Rubén Alberto G. (17) sean hallados muertos en el interior de una vivienda, cada uno con un disparo en la cabeza. No descartan que quien haya empuñado la pistola, primero asesinó al otro y luego de suicidó. El arma utilizada pertenece a un suboficial de Policía, tío de Joaquín y aparentemente padrastro de Rubén.
El hecho fue informado a la policía pasadas las 17 de ayer a través de un llamado telefónico al 911, por vecinos que daban cuenta haber escuchado disparos con arma de fuego en el domicilio situado en la manzana «G» casa 10, propiedad del efectivo.
En el lugar y con la presencia del juez de turno Fernándo Verón se constató que se trataba de Joaquín G. (15), cuyo cuerpo estaba sobre la cama en un dormitorio y ya sobre el piso, en la misma habitación, estaba Rubén Alberto G. (17),  hijastro del sargento ayudante Oscar G. quien presta servicios en la división Bomberos zona sur y el primero sobrino del uniformado.
Se conoció que el suboficial  habría salido a jugar al futbol y se enteró del hecho al llegar a su casa. Por indicación de Verón se procedió al secuestro de una pistola calibre 9 milímetros para peritajes.

Misterio
Para la Policía no deja de ser un misterio el conmocionante caso que lleva a conjeturar un homicidio seguido de suicidio y hasta un pacto suicida. Esta última hipótesis es la menos manejada ya que la ubicación de los disparos en la cabeza de ambas víctimas no sugiere un doble suicidio. El informe de parafina determinará cuál de los dos menores empuñó la pistola.
También resulta misterioso el desenlace que tuvieron ambos chicos, ya que según fuentes de la causa, incluyendo vecinos, afirmaron que la relación entre ambos era buena.
“Yo la verdad solo tengo para decir que eran dos pibes que hacían lo que debían hacer a su edad, Cuando estaban juntos escuchaban música, a veces molestaban un poco al vecindario con sus fiestas pero parecía una familia normal”,  declaró a este medio Carola, la vecina que escuchó las detonaciones a eso de las 16:30, cuando tomaba mate con su marido.

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