Organizarse, producir y crecer: la exitosa experiencia de los Productores Unidos de Santiago de Liniers

Uno de los principales problemas que enfrenta la pequeña agricultura familiar tiene que ver con la baja escala que maneja fundamentalmente en la posesión de tierras y medios de producción. La organización y la cooperación resultan, en este sentido, procesos claves a la hora de pensar en la sustentabilidad, en el amplio alcance de la palabra, de este sector.

 

Por Diego Chifarelli. En los últimos años en Misiones surgieron nuevas organizaciones de productores que buscan, desde distintas perspectivas, mejorar las condiciones de vida de este sector clave de la agricultura misionera. Una de ellas es Productores Unidos de Santiago de Liniers (PUSALI), que reúne a más de cincuenta familias y tras seis años de su nacimiento formal, exhibe hoy notables avances socio-productivos.

 

En el año 2005, en el marco del proceso de recuperación de la acción del Estado, a partir de proyectos del por entonces Programa Social Agropecuario (PSA), destinados a pequeños productores para fortalecer la producción de autoconsumo y excedentes para la venta. El proyecto otorgaba pequeños subsidios a través de una metodología de trabajo que resultó una oportunidad para el nacimiento de nuevas organizaciones, puesto que sólo se brindaba asistencia a grupos, no a familias en forma individual. Se conformaron, entonces, muchos grupos en toda la provincia de entre 8 y 15 familias cada uno. En Santiago de Liniers se conformaron siete grupos, recuerda Miguel Ferreyra, miembro de la actual Comisión Directiva de Pusali. Motivados por los técnicos que allí estaban empezando a trabajar, los ingenieros agrónomos Diego Chifarelli y Laura Brusca, comenzaron a realizarse reuniones entre los grupos de este municipio. “Cuando empezamos a juntarnos veíamos que los problemas que teníamos eran los mismos: los que hacían verdura tenían problemas para vender la verdura, los que hacían pollos tenían problemas porque no les cerraban los costos… entonces se vio eso, que para poder seguir en la chacra estaba faltando algo” agrega Ferreyra.

En ese marco comenzó a gestarse la idea de conformar una organización donde se pudiera discutir y trabajar en cuestiones no sólo productivas, sino también sociales y reivindicativas. Diego Chifarelli, quien trabaja en la Agencia de Extensión Rural del INTA de Eldorado y acompaña a Pusali desde sus inicios, señala la importancia que tuvo en esta etapa el contacto y la articulación con otras organizaciones de productores ya existentes en Misiones, especialmente con la Unión de Trabajadores Rurales del Noreste Misionero (UTR) y Productores Independientes de Piray (PIP). Esto incentivó a tomar con decisión el camino de la organización como vía para encarar muchos de los problemas que cada familia estaba teniendo en la chacra. El 30 de abril del 2007 se realizó la primera asamblea donde quedó constituida formalmente PUSALI como una Asociación Civil con personería jurídica.

 

Desde un comienzo el trabajo se organizó en tres áreas diferentes: ‘Producción’, ‘Comercialización’ y ‘Organización y Formación’. A esta última, explica Chifarelli, fue a la que más importancia se le dio en una primera etapa “porque por el perfil de productores veíamos que sin consolidar lo organizativo no íbamos a avanzar mucho en las otras áreas; hay muchas experiencias de organizaciones que se juntan por una acción productiva particular y cuando hay algún cambio o problema en relación con eso, la organización termina”. En este sentido, Pusali fue consolidando una estructura organizativa que funciona con grupos de base que eligen delegados que se reúnen mensualmente para revisar y apuntalar el avance de las distintas áreas de trabajo. Además de ello, una vez al año se realiza una Asamblea General con la participación de todos los miembros para definir las líneas estratégicas para la organización durante el año.

Que la organización se haya podido consolidar en el tiempo lo explica no sólo su forma organizativa sino también, -como señala Isidro Espinoza, otro miembro de Pusali- porque las relaciones se construyen fundamentalmente desde la confianza. Esto se ha conseguido, como el mismo explica, a partir de la claridad y la transparencia en el manejo de los fondos y en la toma de decisiones: “la claridad en todo sentido, si hay alguna duda, si hay alguna discusión, todos somos claros, no es que hay uno que maneja la información y el resto está ahí. Acá se hacen las rendiciones como se tienen que hacer y eso da confianza, entonces todos vemos cómo se hace”.

 

En la asamblea del año 2009 se definió intensificar el área de trabajo productivo y se aprobó avanzar en cuatro líneas: horticultura, avicultura, ganadería en sistemas silvopastoriles y transformaciones agroindustriales (agregado de valor). En todas ellas, con un importante apoyo del Estado, se han producido avances notables. Algunos de ellos son: capacitaciones y construcción de invernáculos para la producción hortícola intensiva, creación de una fábrica de alimentos balanceados que permite mejorar la rentabilidad de la producción de pollos y otros animales de granja; instalación de 8 galpones avícolas plásticos que permiten una producción de 400 pollos camperos al mes cada uno; adquisición de un parque de maquinaria (tractor e implementos, batediera, picadora de forrajes, etc.) de uso común para la organización que sirve para apoyar los diferentes emprendimientos de los socios. Para este año se apunta a dar un fuerte impulso a la producción ganadera bajo sistemas silvopastoriles.

Todas estos avances han permitido no sólo mayor producción, sino también importantes cambios en la vida de las familias. Así lo señala Juan Espinoza, actual presidente de la Comisión Directiva de PUSALI, quien refiere que es notable cómo ahora pueden dedicarse más a la chacra y a los emprendimientos propios y no tener que salir a trabajar afuera para buscar sustento económico: “Para nosotros eso es un logro fundamental, poder estar en la chacra, estar más cerca de la familia, antes muchos teníamos que salir… no era fácil”.

 

 

 

La cuestión de la baja escala de producción que manejan los agricultores familiares los coloca en condiciones económicas desfavorables para la competencia en el mercado. Frente a ello Chifarelli señala que el modelo que trabajan en PUSALI tiene que ver con una ‘multiespecialización en la chacra’ y una ‘diversificación productiva en el territorio’. A esto lo explica de la siguiente manera: “un productor familiar que tiene 10, 15 o 20 hectáreas no puede jugarse todo a una sola producción, por los niveles de riesgo que eso implica. Pero tampoco puede apuntar a producir 15 productos diferentes para la comercialización porque las reglas del mercado te dejan afuera si no te especializás. Nosotros apuntamos a una especialización para cada productor en 2, 3 o 4 productos y a partir de la asociación poder tener cantidad, continuidad e incorporar tecnología que permita tener posibilidades de competir en el mercado”.

A su vez, el técnico señala la necesidad de pensar en términos territoriales apuntando, ahí sí, a la diversificación: “si en un territorio todos producen lo mismo, como por ejemplo los pollos camperos que es un producto diferencial, empezamos a tener problemas para colocar la producción en los mercados locales”, por esto señala la conveniencia de planificar la producción en escala territorial. Respecto a la comercialización, Pusali abastece fundamentalmente a los mercados de Eldorado, Santiago de Liniers y 9 de Julio.

 

 

 

El trabajo de PUSALI no se limita sólo a lo productivo y son muchos los avances que se han conseguido en aspectos sociales. En este sentido se puede destacar lo realizado en educación y formación. Por un lado, los delegados de PUSALI se han capacitado en las distintas ediciones del Curso de Formación de Dirigentes que impulsó el INTA junto a la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SSAF) y el Colectivo Ciudadanía. También se ha gestionado la habilitación y equipamiento de dos centros Mi PC, que están coordinados por jóvenes de PUSALI y dan capacitaciones a distintos grupos etáreos del municipio. Por otro lado dos jóvenes de PUSALI se encuentran estudiando Ingeniería Agronómica en la Universidad de La Plata mediante el proyecto “Estudiantes Campesinos en la Universidad”. Además de ello más de 200 personas adultas de la colonia se han alfabetizado a partir de los cursos que impulsó la organización. Estas líneas de acción son acompañados por la Trabajadora Social Karina Gutkowski de la Subsecretaría de Agricultura Familiar (SSAF).

Otra área importante tiene que ver la cuestión de género, donde se han trabajado cuestiones como salud reproductiva, violencia familiar o el rol de la mujer, todas actividades coordinadas por la trabajadora social Carolina Carbó de la SSAF. También se han gestionado proyectos de distinta índole, como el de capacitación en realizaciones audiovisuales para jóvenes de Pusali. A partir de esa experiencia se conformó “Miradas de la Gurisada”, un grupo de jóvenes realizadores que desde este año han comenzado a emitir un programa de televisión en Canal 4 de Eldorado donde abordan temáticas de la agricultura familiar misionera.

La gestión de financiamiento ha sido otro punto fuerte de trabajo a partir de la articulación con diversos organismos públicos y privados, entre ellos el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Ministerio de Trabajo de la Nación, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el IFAI y organismos de cooperación internacional como el Fondo para las Américas, MIVA (Embajada Suiza), AECI (Agencia de Española de Cooperación Internacional), entre otros. Esto ha permitido transformar en realidad muchos de los proyectos planificados.

 

 

Lo avanzado es mucho, pero los desafíos son aún mayores. Uno de los asuntos pendientes de resolver, de acuerdo a Juan Espinoza, es la regularización en la tenencia de la tierra. Las familias llevan viviendo allí toda su vida, y si bien tienen derechos legalmente reconocidos sobre la propiedad, no han podido todavía acceder a la escritura definitiva. Con respecto al futuro de la organización Miguel Ferreyra señala: “lo que hemos obtenido como organización en estos años para nosotros es un montonazo, pero falta mucho. Hasta ahora estamos con los proyectos a pequeño y mediano plazo; a largo plazo lo único que tenemos es la fábrica de alimentos balanceados y algún otro emprendimientos. Estamos empezando a manejar proyectos de ganadería que hay que afinarlos. Pero nosotros vemos que es necesario ahora manejar proyectos más a largo plazo”. Por otro lado Ferreyra señala que “para sostener estos logros también es necesario juntarse más, no solo entre nosotros, sino con otras organizaciones de la provincia que están trabajando de manera similar”.

Desde su visión de técnico extensionista, Chifarelli también analiza los desafíos que vienen. En relación con la tecnología señala la necesidad de poder incorporarla a los sistemas productivos familiares con el objetivo de poder disminuir costos y tiempos. Pero esto demanda por un lado una tarea de adaptación de tecnologías existentes a la realidad de la pequeña agricultura familiar y por el otro mayores niveles de organización socio-productiva para hacer uso de la misma de manera asociativa. En relación con la cuestión organizativa, el técnico señala la necesidad de seguir creciendo sumando a más familias del municipio y pudiendo “contagiar” a otras instituciones y asociaciones en avanzar por el camino de la organización y la solidaridad como vías para el desarrollo y la transformación de la sociedad.

 

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