Capacitación, la clave para la inclusión de los jóvenes con discapacidad en el sector foresto-industrial

En una experiencia inédita de inserción social en el sector foresto-industrial con Pindó SA, de Puerto Esperanza, y la Escuela Especial Nº 29 de la localidad de Puerto Libertad, desarrollaron en conjunto un taller de empleo para ofrecer a un grupo jóvenes herramientas para el desarrollo de sus capacidades. Dentro del Vivero, realizaron prácticas de siembra e instalación de almácigos de especies nativas.

En una iniciativa promovida por la empresa foresto-industrial Pindó SA, de Puerto Esperanza, y la Escuela Especial Nº 29 de la localidad de Puerto Libertad, desarrollaron en conjunto un taller de empleo fentro del Vivero, donde un grupo de jóvenes del establecimiento realizaron prácticas de siembra e instalación de almácigos de especies nativas.

 

Desde Pindó se comunicaron con la directora del establecimiento, Laura Irene Soria Vieta, para el desarrollo de esta capacitación con el objetivo “contribuir a la inclusión social de un joven con discapacidad a través del trabajo, favoreciendo no sólo el desarrollo de sus propias capacidades sino, también, las del resto del equipo y de la compañía en general”, explicó Rafael Scherer, vicepresidente de empresa.

 

La idea fue recibida con mucho interés por la directora de la escuela, quien destacó que “siempre fue nuestro anhelo poder otorgarles a nuestros chicos la posibilidad de ayudarlos a incorporarse al mercado laboral, pero nunca pudimos concretarlo, hasta este momento”.

 

El establecimiento de educación especial funciona desde el año 1993, y que cuenta en la actualidad con una matrícula de 58 chicos -que van desde los 5 a los 40 años -; Soria Vieta señaló que “para los jóvenes en edad de trabajar, esta posibilidad es una puerta al desarrollo personal a través de la integración social, una instancia que es un derecho, pero además, una experiencia satisfactoria para todos los que formamos parte de esta escuela, y a la que esperamos que se vayan sumando otras empresas”.

 

Al finalizar,  Scherer expresó su deseo de “poder incorporar a algunos de estos jóvenes en forma permanente, dándole nuestro apoyo en su desempeño laboral, y para eso es necesario no sólo el apoyo de la escuela, sino además, la capacitación y el seguimiento del mismo junto a sus compañeros y sus jefes. En el corto plazo que estuvieron con nosotros, nos han dado mucho cariño y muestras constantes de responsabilidad y muy buena predisposición a aprender. Creemos además importante que los legisladores apoyen este tipo de emprendimientos a través del dictado de leyes complementarias a la ley laboral para que las empresas obtengan algún beneficio por incorporar chicos con capacidades especiales en sus plantillas de personal. Ayudaría esto a la inserción de estas bellas personas a la sociedad“.




 

 

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