«La comunidad científica, los empresarios, los organismos de gobierno de cada zona, reciben con mucho entusiasmo la información porque consideran importante las implicancias para la región de una agenda a futuro», contó a la prensa Ladenheim, tras exponer el Plan en la Universidad Nacional de Misiones, en Posadas.
Ladenheim, secretaria de Planeamiento y Políticas del Ministerio, dijo que hablar de 2020 implica un Plan de «mediano y largo plazo en temas de ciencia y tecnología que no se resuelven de un día para el otro, entonces permite identificar seis sectores clave para el desarrollo en base al conocimiento».
La identificación de los 34 núcleos socioproductivos surgió del cruce de las demandas de esos seis sectores -agroindustria, energías renovables y tradicionales, salud, industria, desarrollo social, y ambiente y cambio climático-, con tres áreas tecnológicas de impacto general: biotecnología, nanotecnología y tecnologías de la información y la comunicación-TICs.
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De este cruce surgen 34 núcleos socio productivos estratégicos que son justamente estas oportunidades de desarrollo que aparecen en todo el país, a donde es importante hacer conocer el Plan porque es muy esperanzador sobre cómo desarrollar», enfatizó Ladenheim.
Además de en Misiones y Chubut, el Plan fue presentado en Bahía Blanca ante el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional, en presencia de los 40 rectores de las universidades nacionales.
«Fue un intercambio muy participativo porque es importante que los rectores conozcan las demandas de recursos humanos que derivan de un plan semejante, con horizonte al 2020», describió.
De ese encuentro derivó la convocatoria al Nordeste: «El primer rector que se apuró a invitarnos fue Javier Gortari, de la Universidad Nacional de Misiones, donde presenté las oportunidades para toda la región, incluidas Chaco, Formosa y Corrientes», dijo.
En el Nordeste destaca el proyecto de «biorefinerías en torno a la biomasa forestal y a través de cultivos energéticos como caña de azúcar o jatrofa, que ya contaban con planos de plantas piloto y encontraron en el Plan un reflejo muy compatible».
También, «la aplicación de conocimiento al manejo de recursos forestales; paquetes tecnologógicos que utiliza hoy la agricultura de precisión y la genética que se usa en pampa húmeda, aplicados en desarrollo de especies nativas; y estudios genómicos y mejoramiento genético aplicado a la silvicultura clonal», enumeró.
El Plan concibe viviendas bioclimáticas con uso de materiales locales; sistemas de redes inteligentes de transmisión y distribución de electricidad; diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas; tecnologías para petróleo y gas; y fitomedicina, con la bioprospección de la flora del Parque Chaqueño y el desarrollo de productos farmacéuticos y cosméticos.
«A través de los fondos sectoriales, se puso en marcha la iniciativa de Pindó Eco Energía, una planta de cogeneración de energía eléctrica y térmica de 5,5 Mwh a partir de biomasa forestal en la localidad de Puerto Esperanza, por valor de 17,5 millones de pesos», concluyó Ladenheim.
«En Patagonia, el Plan fue recibido con mucho interés por el manejo de recursos oceánicos, el aprovechamiento de calamar, el tema forestal en Chubut, y en el Centro Nacional Patagónico, donde hay muchísimos investigadores, hay interés en ver cómo se articula el conocimiento con el desarrollo local en una lógica de planificación», comentó.
Ladenheim precisó que la solidez entre lo proyectado y su realización es que hay «correlato entre esa planificación postulada en el Plan, con la apertura de convocatorias a ayudas económicas y fondos sectoriales a través de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica».
