El Gobernador participó del Congreso Argentino de Citricultura en Iguazú. Consideró que “la citricultura es compatible con la economía familiar agrícola y una fuente de ingresos. Destacó el potencial de la actividad y la creciente demanda mundial
El gobernador Maurice Closs participó del Séptimo Congreso Argentino de Citricultura que se desarrolla en Puerto Iguazú y aseguró que Misiones tiene en la actividad una enorme oportunidad para la generación de ingresos y el acceso a nuevos mercados. “Es una línea compatible con la economía familiar agrícola y es una fuente más de ingresos”, indicó en su discurso en el encuentro que culmina el viernes bajo el lema “Citricultura asociativa y sustentable”.
Closs se refirió al sistema de producción de cítricos en Misiones, basado en pequeñas explotaciones, que de a poco va ganando espacio en la matriz económica provincial.
“Misiones tiene en el sector forestal su principal agregado económico, es el principal motor, con bosques implantados, porque en paralelo, somos la provincia que por lejos en términos proporcionales, más ha conservado la selva, con 1,1 millones de hectáreas entre parques nacionales, provinciales y reservas públicas y privadas. El sector agrícola aparece con mucha fuerza, con la yerba como casi únicos productores, al igual que el té, con el tabaco, que somos el principal productor en toneladas del país y diversas producciones que se han consolidado de alimentos. En Puerto Iguazú, no cabe duda que la referencia al tercer pilar de la economía, es el turismo, que a partir de las Cataratas del Iguazú, hoy derrama a toda la provincia, que tiene enormes atractivos”, enumeró.
También mencionó al comercio es otro elemento dinamizador, pero cíclico.
Al profundizar en el sector citrícola, explicó que desde el Gobierno se entendió que “el mundo demandaba alimentos, porque se incorporaban más bocas por Oriente y Lejano Oriente, pero nuestra producción no era de alimentos con contenido calórico. Llenaba la panza como el mate o el té, pero al rato seguía el hambre”.
“Además de eso, la mesa familiar misionera estaba llena de productos de otros lugares, carnes todas, fruta, verduras. Así arrancamos el Proalimentos, que repartió muchos créditos. Y gracias a eso, estamos dentro de las provincias que más han crecido en ganadería, con más de 500 mil cabezas. Lo mismo con pollos y cerdos, verduras, tomates, morrones, lechugas. Hemos aprovechado la economía familiar agrícola. La chacra misionera tipo era de 25 hectáreas y hoy puede ser eso o menos”, indicó.
“La política estableció como un dogma que esa economía agrícola era inviable. Esa política que explotó en los 90, la tuvimos que cambiar, para indicar que con una chacra de 15 hectáreas se puede producir y vivir bien. Pero hubo que desterrar dos modelos, el de los 90, que decía que el agro no servía para nada, pero también el del monocultivo de la década del 40. Había que poner a producir la chacra con inteligencia y los 365 días del año. Por eso no hay soja, porque se da contra nuestra idiosincrasia, porque no queremos deforestar y no tenemos 500 o 600 hectáreas para desarrollar soja”.
“Lo que quisimos hacer es poner a producir aquellas cosas que tengan mercado, mercado creciente y que nuestro productor sepa hacer. Porque no es fácil el proceso de poner en campo y hacer el seguimiento de un producto nuevo. Dentro de ese concepto, desarrollamos ganadería, la mandioca, las frutas. La citricultura venía con tradición y por eso apostamos fuerte al proceso de alimentos, frutas y dentro de las frutas, los cítricos por ventajas comparativas. Hoy somos principales exportadores de mandarina, y con una visión de futuro, pusimos a producir en escala pomelos y naranjas. Porque sabemos que hay consumo”, argumentó.
El mandatario sostuvo que a diferencia de la ganadería, “si antes entraban 100 kilos, hoy entran 40, porque sustituimos 60, lo que indica que todavía podemos crecer para autoabastecernos. En la citricultura, somos exportadores, producimos para nuestro consumo y para el mundo. La demanda que más ha crecido en los últimos años, es la de frutas frescas, cítricos y aguas saborizadas con cítricos. Y eso tiene mucho que ver con los hábitos. Ahora estamos desarrollando pomelo rosado. Y naranjas. Es una línea compatible con la economía familiar agrícola y es una fuente más de ingresos”.
Closs afirmó que para la producción citrícola se puede pensar en dos o tres hectáreas de plantación, como sustitución o complemento del tabaco. “Algunos podrán 10, 15 ó 20 hectáreas. Y otros, quizás, contar con mayor producción. Es un mercado de enorme proyección de crecimiento. Ese es el modelo que planteamos y además es compatible con los sistemas agroforestales”, por eso “debemos aprovechar cada centímetro de la chacra”.
“La citricultura puede superar al té en cantidad de productores. Porque tiene potencial de crecimiento y el té vive un proceso de concentración en su administración y exportación”, pronosticó.
Finalmente, trazó un paralelismo entre el Huanglongbing (HLB), enfermedad de los cítricos y los casos de dengue que afectan a toda la región. “Hay 70 mil casos de dengue denunciados y 70 muertes en Paraguay. En Brasil hay 600 mil casos. En Misiones también tenemos, muchos menos y básicamente en Posadas. Esto es producto de la frontera, porosa, que permite la circulación de enfermedades. Lo mismo para las enfermedades fitosanitarias. Debemos tener la conciencia que estamos en una zona complicada, y ni los mosquitos ni las enfermedades andan con pasaporte ni pidiendo permiso. Debemos luchar entre todos, sin actitud especulativa. No esconder el problema. Pero desde el Gobierno vamos a trabajar para contener el desarrollo o expansión y vamos a desplegar todos los elementos del Estado para contener”, se comprometió.
“La citricultura es una enorme oportunidad, Misiones hace algunos años se ha puesto como objetivo, crecer más en paz. El desarrollo de la citricultura es uno de los pilares de ese crecimiento con inclusión”, se despidió.
