La Municipalidad de Posadas, a través de la coordinación del programa de Regularización de ocupación de espacios públicos y provisión de aguas con financiamiento especial, y la secretaría de Calidad de Vida y su dirección de programas sociales, en conjunto con la subsecretaría de Tierras, el Iprodha, el Imas, Yacyretá, Eprac, la UEP y Samsa continúan con la agenda de trabajo, buscando brindar a muchos ciudadanos de la capital provincial una vivienda digna y así poder avanzar con los planes de urbanización.
En este sentido, estuvieron reunidos con habitantes de distintos puntos de la ciudad para escuchar los problemas existentes en esos contextos irregulares y gestionar las posibles soluciones de regularización. Estos trabajos se centran en ocupaciones de terrenos privados y/o espacios públicos.
La semana pasada estuvieron reunidos en el barrio Las Tacuaritas por pedido propio, en el cual asistieron muchos vecinos. El trabajo de este equipo interinstitucional es saber cuántas familias están en esta condición irregular, su condición socioeconómica y desde hace cuánto tiempo están ahí.
En primera medida, se procederá a la conformación de una comisión Pro Tierra que se llevará a cabo la semana que viene en la Casa del Bicentenario, ubicada en Itaembé Miní. La función que cumple esta comitiva es ser un enlace entre los vecinos de ese asentamiento y la Municipalidad que gestiona las soluciones para las problemáticas existentes.
Ayer por la mañana, Jorge Atencio y Carmen Rodríguez se reunieron en la sede del EPRAC con María González, la presidente del barrio San Lorenzo y distintos funcionarios provinciales, a los fines de seguir avanzando en la contestación del permiso de ocupación de dichas tierras y así regularizar el servicio de agua.
La importancia de estos trabajos es brindarles una vivienda digna a aquellas personas que están viviendo en situaciones vulnerables carentes de distintos servicios.
El coordinador municipal, aseguró que “hay familias que están viviendo de esta manera hace más de diez años. Yo rescato siempre la satisfacción que nos da cuando las personas que son relocalizadas que nunca tuvieron energía eléctrica ni agua potable, nos dicen que ahora pueden gozar de estos servicios tan básicos para la subsistencia del grupo familiar. Además, le podemos garantizar un techo seguro y no una casa precaria”.
